Fotos: Cuartoscuro.

11 de abril 2020
Por: Andrés Rangel Garrido

Quién nos protege a nosotros: barrenderos luchan vs COVID-19

Su trabajo es esencial para la CDMX, pero no todos tienen el material para hacer su chamba: asi viven los trabajadores de limpieza en la cuarentena.

Mientras el aislamiento social para evitar contagios por COVID-19 continúa, un grupo de personas sanitiza y recoge la basura de la ciudad todos los días. Ellos nos protegen, pero ¿quién los cuida a ellos? Así viven los trabajadores de limpieza en la cuarentena.

Manuel Martínez se levanta todos los días a las 3:00 de la mañana para ir a recoger la basura de cientos de hogares en la CDMX. Desde su casa en Nezahualcóyotl, Estado de México, se traslada hasta un basurero en Iztacalco, al oriente de la CDMX, donde él y otros 30 compañeros más se congregan antes del alba. Pese al riesgo de contagio, ninguno de ellos usa cubrebocas o guantes.

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Al salir el sol, los trabajadores se aventuran lentamente entre las calles de la ciudad, despertando con una campana a la población confinada, que sale a tirar sus desechos, ya sea en los carros pequeños que maniobra una sola persona, como Manuel, o en los camiones recolectores, donde al menos tres personas reciben los botes y separan la basura en orgánica e inorgánica, entre otras clasificaciones.

Durante la recolección de basura, muy pocos trabajadores de limpieza en la cuarentena acatan las medidas de protección sanitaria recomendadas por la Secretaría del Medio Ambiente local (SEDEMA), como son el uso de cubrebocas y guantes (no de látex), así como la correcta separación de residuos para evitar el contagio de COVID-19.

“Yo no uso porque no hay nadie que me los pueda proveer, nuestros patrones no nos han dicho nada. Quisiera comprar esos materiales, pero prefiero ahorrar, pues gano muy poco, entre 200 y 300 pesos en propinas, y mi familia depende de ese ingreso. Ojalá el gobierno o las alcaldías nos apoyaran, porque realmente estamos muy expuestos. Quisiéramos quedarnos en casa, pero si no salimos quién va a recoger la basura”, comenta Manuel, mientras sostiene una escoba de palma con la que barre la vía pública.

Contrario a lo que vive Manuel, Isabel Rivera, mejor conocida como “La Chavela”, no permite que su equipo de cinco basureros trabajen sin cubrebocas, pues considera que “no estamos en tiempos de arriesgarnos”. “Yo entiendo que la situación económica está de la chingada, pero prefiero gastar en esto que en el hospital. Los muchachos dependen de mí, todos nos cuidamos unos a los otros, si alguno de nosotros se llegara a contagiar, pues nos contagiaríamos todos”, dice.

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Después de recoger basura en al menos diez cuadras, tanto Manuel como Isabel y su equipo llevan los desechos a basureros o estaciones de transferencia, donde la separan con mayor detenimiento.

Luego terminan su jornada, sin saber si se contagiaron. La mayoría no tiene contrato de base, ni seguro social, afirman. Tampoco tienen tiempo para realizarse pruebas de COVID-19, confiesan los trabajadores de limpieza en la cuarentena.

“Nuestro trabajo parece sencillo, pero nadie quiere hacerlo. Si lo pensamos bien, lo que hacemos es proteger a la gente de la suciedad en su casa, de enfermarse o infectarse con algo. Eso también podría considerarse higiene, pero, como decimos nosotros, ¿quién nos protege de lo que nos llegara a pasar?”, cuestiona Alberto Solís, barrendero.

En la CDMX, trabajan 8 mil 155 personas en la recolección y barrido manual de la basura, de acuerdo con el Inventario de Residuos Sólidos 2018, de la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE). Este personal se apoya en 2 mil 652 vehículos de recolección (camiones), 72 barredoras mecánicas y 7 mil 931 carritos.

Foto: Cuartoscuro.

Pese a los riesgos de contagio, las 159 cuadrillas de trabajadores de limpieza en la cuarentena recorren con normalidad las 6 mil 820 rutas para la recolección de basura, alrededor de 11 mil 33 kilómetros. 

La única medida que Manuel acata es la del lavado de manos, pero no solo por la contingencia, aclara, sino en general, porque todo el tiempo está en contacto con desechos, los cuales podrían ser tóxicos o peligrosos, como vidrios rotos, astillas, aceites, material quirúrgico, preservativos, papeles o materiales con residuos orgánicos en putrefacción, etcétera. “Las manos son mi principal herramienta de trabajo, por eso debo mantenerlas limpias. Si me las llego a lastimar o a infectar por alguna herida tendría que acudir de inmediato al hospital, y no tengo la solvencia para eso”, afirma Manuel.

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De acuerdo con el Inventario de la SOBSE, los únicos trabajadores de limpieza que cuentan con contrato, es decir, con seguridad social y prestaciones, son los choferes de los camiones: 4 mil 478 tienen contrato base y 253 tienen contrato temporal. El resto son considerados voluntarios y no cuentan con ningún tipo de contrato, solo viven de las propinas. El Inventario no especifica la situación laboral de los barrenderos. Chilangocontactó a personal de comunicación de la SOBSE para obtener esta información, pero no hubo respuesta.

La importancia de los trabajadores de limpieza durante la cuarentena es vital, pues normalmente 47.98% de la basura proviene de los hogares y se espera que esta cifra aumente durante el confinamiento.

El grupo especial de trabajadores de limpieza en la cuarentena

Foto: Lulú Urdapilleta.

La Secretaría de Obras y Servicios creó grupos de sanitización especial para limpiar y desinfectar superficies de la vía pública y el transporte público en la CDMX, principalmente el Sistema de Transporte Colectivo Metro y el Metrobús, pues son los más usados por los chilangos. 

Este grupo especial de trabajadores de limpieza en la cuarentena se conformó luego de que el gobierno federal decretó la emergencia sanitaria en el país debido a la pandemia de COVID-19. 

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Cada brigada está conformada por entre 10 y 15 personas, quienes usan un traje, cubrebocas y mascarillas de plástico vinilo transparente, especial para evitar los contagios, así como aspersores para desinfectar las superficies, de acuerdo con información de la SOBSE: “El procedimiento que llevan a cabo es la dispersión de una mezcla de cloro con agua en áreas como banquetas, guarniciones, mobiliario urbano, postes y barandales”.

Hasta el momento han sanitizado más de 100 espacios públicos de gran afluencia, usando aspersores motorizados y manuales, hidrolavadoras de alta presión y megáfonos.

Uno de estos trabajadores de limpieza en la cuarentena comentó, en entrevista con Chilango, que para realizar estas labores de desinfección recibieron capacitación especial durante las dos primeras semanas de marzo. 

“Para mí este es un trabajo muy importante, porque es mi pequeña aportación para disminuir los contagios. Es cierto que estamos más expuestos, no tanto como los médicos, pero es parte de nuestro trabajo, alguien tiene que hacerlo. Es por eso que estamos bien capacitados, para limpiar la ciudad”, explica.

Tanto los sanitizadores de este grupo especial, al mando de la Dirección General de Servicios Urbanos y Sustentabilidad de la SOBSE, como los trabajadores que pasan por tu casa todos los días, limpian la ciudad para protegernos.

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