Antes de que las apps como Waze o Google nos resolvieran la vida para movernos por la ciudad, ya existía un GPS chilango, que guardaba en su memoria, rutas, vialidades y direcciones.

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Mientras que tú apenas puedes recordar el nombre de algunas estaciones del Metro, el número de teléfono de tu crush o la fecha de nacimiento de tu mamá, este chilango conoce los 2 mil 311 ramales de transporte público concesionado; es más, podría decirte cómo llegar de Xochimilco al centro de la ciudad, o de la avenida Camarones a Oceanía “en camión”.

Marco Antonio Santana ha trabajado durante 20 años en la Secretaría de Movilidad, pero la habilidad de ser una especie de GPS chilango humano la obtuvo gracias a los recorridos diarios, incluso, los trayectos de su casa al trabajo.

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En 1999, cuando ingresó a la entonces Dirección de Apoyo Vial, Santana, como lo conocen, formaba parte de un grupo conocido como Relámpago, que se encargaba de hacer recorridos en las rutas en las que se reportaban accidentes o manifestaciones. Fue en ese tiempo cuando, sin saberlo, comenzaría a realizar el mapeo que, casi 20 años después, daría pie a la creación de una app de transporte para los chilangos, la cual aún está en desarrollo.

En ese entonces, no había computadoras, mucho menos Google Maps. Trazar una ruta era tan artesanal que tenía que valerse de hojas de papel bond, marcadores y una regla.

En entrevista con Chilango, Santana recordó que inició a trazar estos mapas porque los mismos jefes le solicitaban la información, “una, dos, tres veces y no sabíamos cómo guardarla”.

“Anteriormente se usaban las hojas de papel bond, con eso hacías los trazos que te solicitaban porque no había ni computadora y así los trazaba, ruta por ruta, dependiendo de la información que requerían los jefes de esa administración”, explica.

Santana pasó del lápiz y papel a adquirir una Guía Roji, en 2005, en la que tenía que meter un CD, buscar la categoría y trazar en Powerpoint. “Pesaba muchísimo esa información, y ahí ibas cortando y pegando para poder formar la ruta. En ese momento no se veía el plano catastral de la CDMX”, recuerda.

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En algún momento, este GPS chilango se convirtió en una especie de Google Maps de la CDMX, cuando en un módulo de la Secretaría de Tránsito, ubicado en Popotla, se corrió la voz de que había alguien que conocía todas las rutas del transporte.

“Oye, Santana, te hablan, quieren una dirección”, escuchaba Marco luego de que alguien respondía una llamada telefónica.

“Oiga, necesito ir a Oceanía y estoy en Camarones”, preguntaba algún chilango perdido en la ciudad.

“Tiene que agarrar un camión de la ruta 1, que diga Oceanía o Tlatelolco, lo deja exactamente en Circuito Interior”, respondía Santana casi sin pensarlo.

En 2007, Santana comenzó a trabajar con Arturo, con quien actualmente continúa perfeccionando este trabajo. Su compañero fue clave para introducir el GPS y facilitar el mapeo.

En una ciudad en la que la principal referencia al abordar un camión, combi o micro es el letrero de colores colgado en el parabrisas, tener un mapa con todas las opciones de transporte, horas de arribo y tiempos de espera, podría parecer un sueño guajiro.

Sin embargo, el trabajo de Santana, en colaboración con su compañero, es el primer paso para lograrlo, pues con las nuevas tecnologías este trabajo se ha digitalizado y se puede consultar a través del portal de datos abiertos del gobierno de la CDMX.

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Santana estima que actualmente el mapa está actualizado en un 90%, el otro 10% esperan obtenerlo con la colocación de GPS en las unidades de transporte que propone el secretario de Movilidad, Andrés Lajous.

“El reto yo creo que es seguir alimentando la información, seguir llenando la base de datos que es lo más difícil. Constantemente la ciudad está llena de obras, pero ese tipo de cambio que sufre la ciudad constantemente implica ese cambio en la movilidad, a veces no lo vemos, pero la ruta puede desviarse dos cuadras porque están bacheando o porque van a hacer un paso a desnivel”, explica Arturo.

El sueño de estos dos chilangos es ver todo el trabajo de 20 años consolidado en una app con la que se puedan consultar los tiempos exactos de traslado y cambiar la forma de moverse de los chilangos.