El miedo a las arañas nunca fue un obstáculo para poder acercarse a ellas, al contrario, fue el pretexto para conocerlas. Su admiración se disparó en cuanto vio a un vinagrillo disecado. Tres décadas después, dedica su vida a investigarlas. Recorre constantemente la República en búsqueda de especies desconocidas o de importancia médica. Y través de Twitter comparte sus conocimientos para eliminar los mitos sobre estos invertebrados de ocho patas. No es Spider-Man ni el Encantador de arañas, es Diego Barrales Alcalá y esta es su historia.

De las 5 mil especies de arácnidos que existen en México, menos del uno por ciento son venenosas o dañinas para el ser humano. “Mucha gente mata a las arañas por temor, sin saber que son inofensivas”, explica Diego Alejandro, quien en sus ratos libres se dedica a contestar preguntas en su cuenta de Twitter. “Gracias a esta cuenta la gente ha dejado de matar arañas”.

Antes de dedicarse a investigar arácnidos, Diego trabajaba como oficinista en la extinta compañía de energía Luz y Fuerza, pues había abandonado la carrera de Arquitectura y tenía que encontrar la manera de obtener un ingreso. Pero con la repentina desaparición de este organismo público, su vida cambió por completo. “Me encontré con la posibilidad de comenzar de nuevo, esta vez en lo que me apasionaba, así que empecé la licenciatura en Biología”, recuerda.

Actualmente Diego tiene 37 años y casi 30 mil seguidores en Twitter. Estudió Biología en la Universidad Autónoma Metropolitana, pero para poder pagarse sus estudios tuvo que trabajar de manera simultánea como asistente de laboratorio en la Colección Nacional de Arácnidos, del Instituto de Biología de la UNAM.

Foto: Cortesía Diego Barrales

Así fue como, desde 2008, se fue involucrando poco a poco en el mundo de la aracnología y los artrópodos gracias a ciertas asignaturas que llevó en la carrera y que, posteriormente, serían determinantes para estudiar una maestría en Ciencias Biológicas, lugar donde trabajó particularmente con vinagrillos, de la orden Thelyphonida, unos arácnidos muy parecidos a los alacranes, pero inofensivos.

Gracias a estos conocimientos especializados optó por estudiar un doctorado en Aracnología, en el Instituto de Biología de la UNAM, con el fin de encontrar similitudes entre las especies de Norteamérica y las de Sudamérica.

Diego Barrales, entre investigación y viajes

“Mis actividades dentro del doctorado tienen dos grandes vertientes. La primera es el trabajo en campo. Constantemente estamos visitando diferentes localidades, tanto en México como en el extranjero, para recolectar material biológico que será usado a la postre en actividades de investigación”, explica Diego.

Sus viajes requieren cierta disciplina y planeación: “Me despierto a las 6 de la mañana, desayunamos algo ligero y salimos rumbo a las localidades previamente referenciadas, pudiendo ser algún cerro, valle, bosque, selva o cueva. Estas últimas representan un grado más de dificultad, ya que algunas veces tenemos que descender usando cuerdas”.

Ya en el laboratorio estudia el material biológico obtenido, como la genética de especímenes de su interés, para luego realizar análisis sobre las relaciones de parentesco que permitan enarbolar hipótesis sobre las especies de vinagrillos del género Mastigoproctus en América. “A la par, de ser necesario y tener la oportunidad, describo especies nuevas para la ciencia, incrementando así el registro de la diversidad biológica en nuestro país”, detalla.

Diego llega todos los días a las ocho de la mañana a su espacio de trabajo en el Instituto de Biología de la UNAM, en Ciudad Universitaria, al sur de la Ciudad de México. Ahí trabaja en el laboratorio de biología molecular, en el laboratorio de aracnología o tomando algún curso: “El trabajo de escritorio es lo que ocupa más mis actividades. Las jornadas pueden durar cerca de 12 horas, incluidas un par de horas para la comida”.

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Vida de Influencer

En los últimos nueve meses Diego Barrales ha obtenido casi 30 mil seguidores a través de la cuenta de Twitter “Soy aracnólogo, pregúntame lo que quieras”. Aunque a él no le gusta ser considerado tuitstar o influencer, lo cierto es que cientos de personas recurren a él todos los días por medio de esta red social para consultarlo sobre las arañas que se encuentran en sus casas o en la calle.

“A través de la cuenta @Arachno_cosas, las personas preguntan sobre arácnidos que estén presentes en sus casas o trabajos, en vías de saber si se trata de algún animal de importancia médica (que pueda producir daños a la salud humana). En esta cuenta también publico material informativo sobre arácnidos, cómo diferenciar a los peligrosos o qué hacer en caso de algún accidente con ellos”, explica Diego.

La idea de crear una cuenta para difundir información surgió en octubre de 2018 cuando lo invitaron a dar una entrevista a un programa de radio transmitido vía web. “Me preguntaron a qué cuenta arrobarme y tuitear la invitación, pero me di cuenta de que carecía de una cuenta que tuviera actividades de divulgación, bajo un contexto objetivo. Solo tenía la mía, la personal”.

Fue entonces que creó @Arachno_cosas, para tener una cuenta formal, sin opiniones personales que pudieran ahuyentar a los interesados, donde invierte gran parte de su tiempo libre en responder las consultas, y aún así no le da tiempo de responder todas, por lo que pide un poco de paciencia a sus seguidores. Asimismo en un futuro le gustaría crear una comunidad científica de aracnólogos en redes sociales, para difundir más información sobre sus investigaciones.

Riesgos de ser aracnólogo

Ser aracnólogo requiere de ciertos cuidados para evitar ponerse en riesgo. Diego Barrales explica que “algunas especies pueden causar daños graves a la salud humana y aunque no son animales agresivos o que busquen atacar a los humanos, al momento de estar manipulándolos puede devenir un accidente”.

Por eso al trabajar en el laboratorio siempre tienen los antivenenos necesarios para estabilizar cualquier accidente y, en dado caso, contar con oportunidad de acudir a un centro especializado a buscar atención médica. A Diego se le han pegado garrapatas muchas veces (las garrapatas son también arácnidos), y lo han picado varias especies de alacranes, pero ninguna ha sido dañina.

A pesar de permanecer la mayoría del tiempo detrás de un escritorio, a Diego le apasiona viajar por el país en búsqueda de nuevas especies y compartirlas en Twitter, donde descubrió que su trabajo puede ayudar a mucha gente a dejar de temerle a las arañas. “Hay un nicho que llegué a ocupar. En otros países existen otras cuentas, páginas y canales de divulgación, pero ninguna tan importante en español como la mía”, concluye Diego Barrales, el aracnólogo chilango más popular de internet.

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