Los mexicanos llegaron a Rusia a cumplir sueños. Aunque el ambiente que se vive es de fiesta, existe un mexicano con una misión bastante especial: rendirle homenaje en Rusia a toda su familia, la cual ya no pudo acompañarlo a vivir el sueño mundialista.

Desde septiembre del año pasado, Gilberto Martínez tenía una misión clara: él y su familia, conformada por su esposa Verónica Raschiotto y los pequeños Diego y Mía, de 8 y 6 años respectivamente, viajarían al Mundial de Rusia 2018 y cumplirían varias metas, entre las que se encontraba que Diego pudiera ver a Neymar jugar en vivo.

Sin embargo, un accidente ocurrido el 28 de abril lo cambió todo. Mientras Verónica visitaba a uno de sus hermanos en Estados Unidos en compañía de sus hijos una camioneta 4×4 impactó la minivan donde ellos viajaban. Todos murieron de manera instantánea.

«Un ángel que me ayude a volar»: El homenaje en Rusia hacia la familia

Casi dos meses después de perder a su familia, Gilberto decidió mantener el viaje y asistir al Mundial de Rusia. Su psicóloga le había recomendado hacerlo, pues así podría terminar los pendientes con su familia y cumplir los sueños que todos tenían respecto al evento deportivo, por lo que decidió no cambiar nada de lo que habían planeado.

Así consiguió boletos para poder ver a Neymar jugando con Brasil, viajó en tren como lo quería su esposa y está haciendo hasta lo imposible porque Messi firme una camiseta de Diego.

Aunque físicamente no están, Gilberto procura llevarlos siempre con él. Junto con dos amigos porta una camiseta verde con el nombre de Vero, Mía y Diego, así como sus identificaciones con fotografías.

Además, viajó directamente hasta Rusia para entregarle a Guillermo Ochoa los guantes de su hijo. De acuerdo con información de El Clarín, Gilberto recibió este mensaje del portero mexicano el día del velorio de su familia: «tu hijo va a ser un ángel que me ayude a volar». Mientras que al final del partido contra Alemania Ochoa le afirmó: «esto fue por tu familia».

Este mexicano tiene la firme convicción de cumplir con el viaje que había soñado con toda su familia. Ahora se prepara para presenciar el partido de México contra Corea del Sur, pero eso sí, con Vero, Mía y Diego siempre a su lado.

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