Quien no haya hecho alguno de estos rituales de Año Nuevo, que tire la primera piedra
No finjas: por más que lo niegues, estamos seguros de que al menos una vez en tu vida haz recurrido a estos rituales de Año Nuevo, que pueden ser sexys, graciosos, dramáticos y hasta un poco desesperados.
Regar dinero por toda la casa
Hay dos métodos efectivos para obtener dinero: el primero es trabajar y el segundo es colocar dinero bajo el tapete de la entrada de la casa. Seguro Warren Buffet y Bill Gates obtuvieron su fortuna escondiendo billetes en sus respectivos hogares. Seguro.
Bailar alrededor de un árbol
Dicen que, si en el momento en que suenan las 12e campanadas, sales a la calle y tomas como pareja de baile a un árbol, la buena suerte te sonreirá. No sabemos qué tan recomendable sea porque, a menos de que vivas en Los Viveros, tendrás que hacerlo con arbustos o pequeños árboles muertos en vida.
Llenar de billetes tu cartera
Si el 1 de enero traes tu cartera llena de billetes de $500, todo tu año será abundante. Si consideramos que te acabaste el aguinaldo en un par de horas y que tal vez llegues a rastras al final de la quincena, lo mejor será que utilices los típicos billetes de juguete que venden en el mercado (ahora, si no te alcanza para comprarlos, puedes utilizar el dinero del Turista Mundial).
Ir al gimnasio
Las suscripciones de los gimnasios florecen durante los últimos días de diciembre y los primeros de enero. Esto prueba lo delgada que es la línea entre las buenas intenciones y el autoengaño. Eso sí, dicen que si te tomas selfies mientras haces ejercicio, se desvanecerá la culpa por abandonar tus rutinas. Éste es el clásico de clásicos entre los rituales de Año Nuevo.
No limpiar nada
Al parecer, hay ciertos especímenes que acostumbran no bañarse, no sacar la basura y no limpiar la casa el 1 de enero porque así se conservará la buena vibra que el fin de año trajo consigo. Tenemos un presentimiento extraño respecto a este ritual. ¿No funcionaría más limpiar todo?
Las 12 uvas
Según esto, debes comerte una uva por cada campanada. Si logras comerte todas antes que empiece el primer minuto del nuevo año, todos tus deseos se cumplirán. El problema es que el ritual de las uvas tiene un doble fondo: o se convierte en una competencia por ver quién se llena más la boca o alguien necesitará que le apliquen la Maniobra de Heimlich.
Lluvia de semillas
Para este ritual hay que revolver arroz, lentejas y frijoles en un molde o platón hondo. El siguiente paso es pedirle a los invitados a la fiesta que agarren una porción y la avienten hacia el cielo. De alguna forma, esto simboliza esa lluvia de abundancia que todos deseamos. Ojo: los frijolitos y las lentejas no deben estar cocinados (no hay por qué aclararlo, pero uno nunca sabe…)
Las maletas
La pasión de aquella gente que saca sus maletas empolvadas y da una vuelta por el barrio después de azotar la puerta, se parece más al final de temporada de alguna telenovela que a un ritual para la buena fortuna. También podría ser un sketch cómico al estilo de El Gordo y el Flaco.
Darle un beso a tu pareja
No es por ser pesimista y nadie está diciendo que todas las parejas sean así, pero, ¿no es un poco absurdo darle un beso a tu pareja como ritual de Año Nuevo cuando llevan varios meses ignorándose? Aunque no lo sabemos bien, caray; seguro también andarán por ahí aquellos que en estas fechas experimentan el nacimiento del amor.
Los calzones de colores
Al parecer si te pones ropa interior blanca, el caos y la inestabilidad se alejarán de tu vida; si estuviste enfermo, busca unos chones amarillos, y si andas en busca del romance, con un par de calzoncitos rojos conseguirás pareja. Nos preguntamos si a la persona a la que se le ocurrió este otro de los rituales de Año Nuevo esto le pareció un ritual verosímil o una broma sutil y exquisita.
¡Feliz Año Nuevo!
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