«No me solté a llorar porque sí. Han sido años de missgendering; de llamarme por pronombres incorrectos y de invalidar mi identidad de género», explica Andra al preguntarle un poco más del contexto del video de unos cuantos segundos que además de volverse muy famoso, ha abierto una vez más la discusión acerca de la validez y la necesidad del lenguaje inclusivo.

Viral por el lenguaje inclusivo


Este chique, que hace unos días se volviera viral porque uno de sus compañeros filtró un video de una de sus clases, a partir de esta súbita popularidad ha recibido todo tipo de ataques en redes sociales. “Me han dicho que me van a violar, también me han dicho que van a matarme”, rememora. No lo dice quebrándose como le vimos en el video. Mantiene una serenidad que no hace match con el momento catártico por el que alcanzó la fama inmediata. 


Andra, o ‘Compañere’, como ya se llama a sí misme con humor, tiene 19 años. Desde preparatoria cuando supo acerca de las identidades fluidas, trans y no binarias supo que su persona encajaba en esta última categoría.

«Tengo otro nombre, que es mi deadname —el nombre que le fue asignado pero con el que no se identifica—. Sin embargo, yo decidí llamarme Andra por un juego de palabras y porque “ándros” en griego significa “hombre”. Así que me pareció que me quedaba muy bien. Muches me preguntan por qué no “Andro” o “Andre”, pero también es para que sepan que el nombre elegido no siempre tiene que ver con la identidad de género. Andra sintetiza muy bien quién soy».


Cuando se asumió ante el mundo como Andra, comunicó a sus profesores y compañeres que ese sería su nuevo nombre y elles lo tomaron bien. «No hubo problema, prácticamente todes comenzaron a llamarme así», recuerda. Pero no ocurrió lo mismo con sus pronombres. «A pesar de que siempre expreso claramente que mi pronombre es “elle”, eso es algo que no respetan. Es más: a aquellas personas a las que ese pronombre les molesta o les parece complicado, también les expreso que pueden usar el pronombre “él”, con el cual también me identifico. Es curioso cómo un nuevo nombre como Andra lo pudieron aceptar sin problemas, pero un pronombre como “elle” siempre lo ignoran o lo cuestionan».

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Acoso: una realidad en las redes y en el entorno escolar

Andra es muy clare: a elle no le molestan los memes que se hacen sobre su persona. De hecho en uno de los videos que recientemente subió a la red social TikTok, prometió que pronto hará un material reaccionando a los memes que le han hecho. Sin embargo, sabe que aunque a elle este tipo de contenido no le moleste, eso es algo que deba tomarse como una experiencia generalizada en personas no binarias.

«Hay personas a las que esto sí les duele y no podemos invalidarlas. El acoso no es un juego. Hay muchas personas que me han defendido y debido a eso, a elles les han agredido. A esos haters les diría: si su problema es conmigo pues atáquenme a mí, dejen a las personas que me han defendido en paz».

En el caso del video que se volvió viral, y por el que muches le han juzgado como «berrinchude» o «impulsive», para Andra es importante conocer el contexto.

«Obviamente tuve un mental breakdown. Ese día yo había solicitado una prórroga para no entregar un trabajo pues estuve indispueste debido a que recibí la vacuna del COVID. Y el profesor no solo me negó la prórroga, sino que aprovechó para hostigarme públicamente, poniéndome como ejemplo de irresponsabilidad cuando se trataba de un asunto médico. Para colmo, les compañeres ya me habían “corregido” por haber usado lenguaje inclusivo en el chat de alumnos. Encima de eso, varias veces habían pasado por alto mis pronombres. Fue demasiada carga emocional y pasó lo que pasó».

El fragmento del video que subieron —sin su consentimiento— no solo no tenía contexto, sino que pasaba por alto otra realidad. Tanto elle como la oficina de género de su escuela mandan correos explicando tanto sus pronombres como el nombre con el que se identifica. Sin embargo, en ocasiones, les profesores deciden deliberadamente omitir estos correos.

«Es como hablar con la pared. Estos correos que mando es como si se los tragara un hoyo negro. Les profesores en ocasiones no han solamente han llegado a usar mi deadname, sino que también omiten deliberadamente mis pronombres. En esto les profesores juegan un papel importantísimo. Si elles no me respetan ni piden respeto a mi identidad, mis compañeres reproducen esas conductas violentas; es como si de manera sutil les dieran el permiso de hacer lo mismo conmigo».

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El lenguaje inclusivo no es una moda

Al preguntarle a Andra acerca de si considera positivo o negativo este episodio en su vida, prefiere ver el vaso medio lleno.

«Creo que está bien, porque aunque sea a partir de memes o de burlas, se ha abierto más la discusión acerca del lenguaje inclusivo y de la validez quienes somos no binaries. A mí me encantaría que no se quedara en un video viral o en un chiste, que se hable cada vez más y más, y que esto se naturalice a tal grado que todes podamos ser quienes somos sin tener que dar continuas explicaciones. Ojalá la gente se de cuenta de que esto no es una moda».

Finalmente apunta:

«a todes quienes pertenecemos a la comunidad LGBTQ+, específicamente a aquelles que son trans y no binaries: sepan que no están soles. Aunque ahora pueda parecer complicado, es importante ser siempre nosotres mismes y eventualmente todo va a mejorar».