Madre de los dioses, titulares de la luna, protectoras de los partos… Las deidades femeninas de tiempos prehispánicos eran sinónimo de poderío y fortaleza. ¿Te gustaría conocer un poco más sobre ellas? Aquí te compartimos 7 diosas prehispánicas en museos de la CDMX que puedes visitar este fin de semana.

Mira aquí: Bestiario mexica: Seres mitológicos de tierras chilangas

Diosas prehispánicas en museos de la CDMX

Si bien nuestra preciosa capital cuenta con numerosos recintos para la cultura prehispánica, por ahora nos toca visitar aquellos sitios que se encuentran abiertos para el público. Tal es el caso del Museo Nacional de Antropología, donde están resguardadas las siguientes obras.

1Coatlicue

La “madre de los dioses” portaba una falda de serpientes, así como un collar adornado con manos y corazones humanos. Esta poderosa divinidad es famosa por dar a luz a Huitzilopochtli, dios de la guerra, el cual libró una batalla contra sus hermanos poco después de salir del vientre de su madre.

Es conocida por sus atribuciones relacionadas con la fertilidad, así como por sus vínculos con la vida y la muerte; en efecto, tal como poseía la potestad de hacer brotar los frutos y retoños en la tierra, también podía destruirlo todo a voluntad.

Tal vez te interese: Dioses, conejos y… ¿pulque? Leyendas mexicas de la luna

Su representación más famosa se encuentra en el Museo Nacional de Antropología; allí encontrarás un monolito de grandes dimensiones que muestra a la diosa madre. Dicha escultura muestra dos serpientes en el lugar de la cabeza como símbolo de su dualidad, la cual dio inicio al universo.

2Coyolxauhqui

Esta deidad adornada de cascabeles era hija de la diosa madre Coatlicue, hermana de Huitzilopochtli y líder de los cuatrocientos surianos, estrellas celestes que también eran sus hermanos.

La leyenda más conocida de Coyolxauhqui relata su furia contra Coatlicue, luego de que ésta quedara embarazada de Huitzilopochtli de forma inexplicable. Mientras conspiraba con los cuatrocientos surianos para asesinar a su madre, nació el dios de la guerra y libró una batalla contra ella.

En esta lucha, Huitzilopochtli venció a Coyolxauhqui, le cortó la cabeza y la arrojó hacia el cielo. Finalmente, esta parte de su cuerpo se convirtió en la luna que ilumina el cielo nocturno hasta nuestros días.

Una de sus representaciones más famosas se encuentra en el Templo Mayor; no obstante, también existe una pieza escultórica en el Museo de Antropología que muestra su cabeza, acompañada de cascabeles en sus mejillas.

3Chalchiuhtlicue

Su nombre en náhuatl alude a la falda de jade con la que esta diosa cubría su cuerpo. Chalchiuhtlicue se encargaba de presidir el elemento del agua sobre la faz de la Tierra; es decir, tenía bajo su control todos los lagos, ríos y diversas corrientes acuíferas.

Algunas leyendas la colocan como esposa de Tláloc; sin embargo, otras consideran que era su hermana, ya que el dios de la lluvia se habría casado con la divinidad Xochiquetzal y, posteriormente, con Matlalcueitl.

Checa también: Momias, tumbas prehispánicas y otros vestigios en CDMX

De acuerdo con el mito de los cinco soles, Chalchiuhtlicue alumbró el cuarto Sol; durante su reinado, todo el cielo era de agua y cayó sobre la tierra en forma de diluvio. En ese entonces, los seres humanos terminaron por convertirse en peces.

Aunque existen varias representaciones de la diosa, como la que se encuentra en el Códice Borgia del Vaticano, una de las más conocidas reside en el Museo Nacional de Antropología de nuestra capital.

4Tlazoltéotl

Dentro de la mitología Mexica, Tlazoltéotl fungía como divinidad de la lujuria y de los amores ilícitos. También es la señora del sexo, de la carnalidad y de las transgresiones morales; a su vez, se le atribuyen poderes relacionados con la fertilidad, el parto y la locura.

La etimología de su nombre la identifica como “diosa de la inmundicia”, ya que se creía que visitaba a las personas cuando se encontraban cerca de morir. Al mismo tiempo, contaba siempre con una actitud dual, ya que generaba sufrimiento por medio de enfermedades venéreas, pero también facilitaba los remedios de estos males y la medicina en general.

También lee: 5 monolitos prehispánicos que todo chilango debe conocer

En algunas de sus representaciones, se le observa adornada con tocados de algodón o con husos e hilos, ya que se le atribuye la invención del tejido y del bordado. Una de sus esculturas más famosas se encuentra en el Museo Nacional de Antropología, donde se le observa sentada y con un cinturón de serpientes.

5Teteoinan

Denominada también Tonatzin, la “madre de los dioses”, es la diosa titular de la tierra, aquella que nutre a los hombres por medio del maíz y de las yerbas. Se le conoce también como Toci (“nuestra abuela”) y tiene potestades sobre los médicos, los cirujanos las parteras, los temazcales, las yerberas y los adivinos.

Gracias a una escultura del Museo Nacional de Antropología, podemos conocer su representación como una mujer en pie, ataviada con un tocado de moños y bandas circulares; suele portar un huipil y una faldilla con el glifo calendárico 3 mono tallado en ella.

6Cihuacóatl

Dentro de la mitología mexica, esta “mujer serpiente” es la recolectora de almas que protegía a las mujeres fallecidas durante el parto. Además de Cihuacóatl, también se le conocía como Quilatzi, Yaocíhuatl (“mujer guerrera”), Tonatzin (“madre de los dioses”) o Huitzilnicuatec (“cabeza de colibrí”).

Además de esta advocación, también se le atribuyen habilidades para la guerra; en efecto, la diosa podía predecir el resultado de las batallas que estaban por suceder. Cuando llegaron los españoles, se dice que fue ella quien se lamentó por sus hijos y dio origen a la leyenda de La Llorona.

Te recomendamos: 13 secretos del Museo de Antropología que no te sabías

Como parte de su exposición, el Museo Nacional de Antropología alberga una representación escultórica de esta divinidad prehispánica. En ella, se le observa de pie con un tocado en la cabeza y una serie de collares colgados de sus hombros.

7Xochiquetzal

Así como los griegos tenían a la diosa Afrodita, nuestros ancestros también contaban con una divinidad de la belleza y del amor; se trata de Xochiquetzal o Xochiquetzalli, a quien también le atribuían la protección de las flores, las artes y el placer amoroso. Naturalmente, también guarda relación con la fertilidad y con la naturaleza.

Nuestros antepasados le ofrendaban plumas, margaritas y pequeños azulejos con su imagen para pedir que les trajera placer sexual, belleza, erotismo, así como buenos resultados en la música, el tejido y el canto.

Las leyendas dicen que Xochiquetzal vive en el noveno cielo y que es una divinidad dual, por lo cual se considera tanto solar como lunar. Sus representaciones corresponden a las de una joven hermosa que hace caer en tentación a los hombres más castos.

Muchas de sus representaciones se hallan en códices prehispánicos o en copias coloniales; asimismo, existe en la zona de Xochicalco una representación monolítica de la diosa. Sin embargo, al interior del Museo de Antropología también podemos encontrar partes de su indumentaria, como es el caso de esta nariguera.

¿A qué otras diosas agregarías en esta lista? Antes de irte, checa también: Deidades prehispánicas más temibles del Museo de Antropología.