La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum anunció este viernes 8 de enero que el semáforo rojo continuará por tiempo indefinido en la ciudad. Esto ocurre mientras un grupo de dueños de restaurantes quieren abrir pese al semáforo rojo.

En una carta abierta publicada esta semana, restauranteros de la Ciudad de México y el Estado de México pidieron a los gobiernos de ambas entidades considerarlos como actividad esencial para así abrir sus puertas. A la publicación de la carta siguió una serie de posteos en redes sociales en los que varios restaurantes mencionaron que reabrirán sus puertas el próximo 11 de enero: “abrimos o morimos”.

restaurantes quieren abrir pese al semáforo rojo
Imagen: El Parnita/Instagram

En la conferencia de este viernes, Sheinbaum descartó considerar a los restaurantes como actividad esencial y mencionó la evidencia científica que los vincula con focos de brotes de covid-19 en varias partes del mundo. Hace unas semanas, un estudio publicado en laJournal of Korean Medical Science identificó que elriesgo de contagio en restaurantes(sin terraza o espacio abierto) es más fácil y rápido de lo que creíamos debido a la dirección del aire en lugares sin ventilación.

#Covid19: CDMX mantiene el semáforo rojo por tiempo indefinido

De acuerdo con la carta firmada por al menos 600 restauranteros, “a pesar de ser parte esencial de la economía de México, los restaurantes están
en peligro de desaparecer. Desde el inicio de la pandemia en la Zona Metropolitana del Valle de México se han cerrado 13,500 establecimientos”.

Después de mencionar que el semáforo rojo en CDMX seguirá por tiempo indefinido, Sheinbaum anunció la condonación de impuestos sobre nóminas de restaurantes durante enero y será de 100%. Este apoyo se da “con la corresponsabilidad de mantener los empleos”, dijo. Antes habían anunciadomicrocréditos de $10 000 para microempresarios y apoyos económicos para los trabajadores de este sector.

Sin embargo, para los restauranteros los apoyos no son suficientes.

Restaurantes quieren abrir pese al semáforo rojo

Son varios los restaurantes que quieren abrir la próxima semana a pesar de que la jefa de Gobierno descartó este viernes considerarlos como actividad esencial y que el semáforo rojo continuará por tiempo indefinido. Uno de ellos, El Parnita, se refirió al hecho de reabrir sus puertas el próximo 12 de enero como una “desobediencia civil pacífica”. Otros más mantienen anuncios en sus cuentas de Instagram acerca de que abrirán el 11 de enero: Pasillo de Humo, Antolina, Balmori Rooftop, todos firmantes de la carta abierta dirigida a Sheinbaum y Alfredo el Mazo.

Acerca del hecho de que los restaurantes quieren abrir pese al semáforo rojo, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum dijo que “esperemos que no sea así; también la ciudadanía que sepa que no es momento para asistir a lugares cerrados (…) Y siempre puede haber la acción de un inspector, un verificador de Invea”.

Foto: Arturo Alvarado/Chilango

Mientras tanto, la agonía de la industria restaurantera continúa. “Ya no podemos estar parados, no todos tenemos la capacidad de poder sobrevivir con comida para llevar. Está difícil cerrar la economía y ver hasta cuándo aguantamos”, dijo a Chilango Pedro Sanduño, dueño del restaurante Antolina en la Condesa. Agregó que también se unirán al llamado “para que el lunes abramos en un acto pues no sé si de desobediencia civil pero para exigir a toda costa que se escuche nuestra voz. Se está promoviendo que lo haga todo el gremio para tener ese mensaje contundente”.

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Ramón Orraca, socio de Grupo Bonito —que integra a los restaurantes Pasillo de Humo, Fonda Fina, entre otros—, dijo que el gobierno de la Ciudad de México ya sabe de la intención de los restauranteros por abrir sus puertas aún en el semáforo rojo. Y es que considera que la ayuda del gobierno ha sido “casi cero”. “El gobierno de la CDMX avisó que en enero ayudaría a cubrir las nóminas de aproximadamente 100,000 empleados a sueldo mínimo —indicó—, pero tenemos más de 600,000 trabajadores”. De acuerdo con su testimonio, los restaurantes de su grupo abrirán el próximo lunes.

Stone Rex BBQ es uno de los restaurantes que, contra toda adversidad, abrió durante la pandemia. Se encuentra en el Foro Indie Rocks y surgió como una manera de tener ingresos ante la prohibición de los conciertos. Junto con más de 500 restaurantes, este lugar se unió al llamado para que el gobierno de CDMX y del Edomex los consideren actividades esenciales.

Foto: Arturo Alvarado/Chilango

“Cada día estamos viendo qué podemos hacer distinto para atraer clientes, pero el tráfico no es el mismo a cuando estábamos en naranja, definitivamente”, dicen. Para ello, han tenido que sacar promociones fuertes, experimentar con el menú y sacar platillos de temporada que sean atractivos para las personas. Como expectativa, tienen hasta febrero para que la cosa no se ponga más difícil, aunque, dicen, “estamos luchando para sobrevivir”. De este lugar dependen entre 12 y 15 personas directamente.

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“El querer abrir es ser responsable y cuidar a los demás, no solo abrir por abrir”, dijo a Chilango Guillermo Iglesias, dueño de In Pietra, un restaurante italiano ubicado en la colonia Nápoles. De no abrir, “empezaríamos a recortar sueldos, descansar más gente sin gozo de sueldo, acortar horario, ver posible traspaso porque no tiene sentido seguir sangrando el lugar sin tener una mínima ganancia”.

La urgencia del rescate de la industria restaurantera

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Foto: Arturo Alvarado/Chilango

Sin embargo, no todos los restauranteros se unirán al llamado de abrir sus puertas la próxima semana. En unos casos por convicción, en otros por temor multas. Sin embargo, coinciden en que la situación es desesperada y el apoyo de las autoridades capitalinas ha sido insuficiente y que urge un plan de rescate de la industria.

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Rodrigo Puchet es socio de los restaurantes Parrilla Paraíso y Sonia. Si bien apoya el movimiento de los restauranteros, dice que “en particular y como grupo creemos que la solución no es la reapertura a la fuerza, creemos que se debe construir una solución financiera y tributaria que permita tener un panorama claro para los próximos 24 meses”.

De acuerdo con Puchet, durante meses han buscado préstamos bancarios sin éxito. “Lo que esperamos del gobierno es que promueva una planeación para que los restaurantes puedan mantenerse y reconstruirse. La condonación del impuesto sobre la nómina (que presentó Sheinbaum este viernes) representa el 1% de un gasto mensual”.

Desde su punto de vista, el gobierno de Sheinbaum sí tiene el poder se sentarse con la banca privada para abrir líneas de crédito para la industria, no solo la restaurantera sino otras.

“Todos estamos tratando que logremos abrir, pero sinceramente lo encuentro muy complicado, los hospitales están casi llenos y con las pruebas de los kioskos de la CDMX salen muchos confirmados de covid, es lamentable la situación tanto para nosotros como trabajadores de la industria como para las muchas familias que tienen a sus enfermos o a sus muertos en estos días”, dijo el chef de Corazón de Maguey, un emblemático restaurante del Centro de Coyoacán.

Corazón de Maguey compartió en su cuenta de Instagram que abrirían el 11 de enero pero después dijeron que no.

Para las Musas de papá sibarita, un restaurante italiano en la colonia Roma, no es opción unirse al movimiento pues “no hay manera de pagar una multa (…) Apoyamos el movimiento pero creo que sería aventarse a las garras del león; solo tendremos servicio para llevar a menos que se anuncie lo contrario”.

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En el caso de Pepe Coyotes, una taquería famosa (por tacos sabrosos y llenadores) en Coyoacán, también hay dudas acerca de abrir por el tema de las multas. “A nosotros nos gustaría esperar a ver cómo reaccionan nuestros compañeros de la industria, ya que existe el miedo de ser clausurados o sancionados con alguna multa económica por abrir; igual porque siempre hemos seguido con las medidas sanitarias dictadas por las autoridades”, dijo María Loaeza, administradora del lugar.

Sin embargo, su situación también es alarmante: “pagamos renta y nos hemos atrasado varios meses con la finalidad de seguir luchando para que nuestros colaboradores no pierdan su trabajo y abrimos para que al menos ellos puedan llevar un poco de dinero a casa porque igual están desesperados. Pero esto ya no puede prolongarse más porque los ahorros se están acabando”.

Hay otros restaurantes que no reabrirán pero el futuro sigue siendo incierto, como el caso de La Panera Coyoacán. Si bien en su cuenta de Instagram indica que abrirán, su dueño, Emiliano Quintero dijo que “permaneceremos cerrados hasta que nos permitan abrir o hasta que quebremos”.

“Estamos en modo sobrevivencia, no hay utilidades para quienes estamos en la venta. Estamos tratando de mantener nóminas y rentas. Los apoyos del gobierno son muy pocos, no hay realmente apoyos. Piden que no corras, pero no dice cómo. Sin abrir tanto tiempo, no hay manera que podamos resistir”, agrega. “Lo que estamos pidiendo es que si cumplimos con todas las medidas se nos permita trabajar. Ya no hay dinero”.

Y otros más cuya preocupación principal es el tema de la salud. “Al final, si el problema de salud no se controla, todo lo demás no podrá funcionar”, dijo Marahí Pineda, cocinera y dueña de Comixcal, un restaurante oaxaqueño en la colonia Santa María la Ribera. Ella califica la situación como una odisea, pues no hay ventas. Su solución, también para apoyar a los productores, es vender productos oaxaqueños y mezcal, lo que les ha “permitido seguir avanzando”.

“Sí, la cosa está muy complicada, pero la salud es primordial”, dice.