IraVoy a confesar esto para que me caigan 17 demandas y querellas encima: no he visto la película (The Blind Side, 2009) ni pienso perder mi tiempo en ella. Mi política es: no veo películas con Sandra Bullock ni aunque me paguen la operación de nariz que le dio a Bullock su carita de pato tan característica. La Academia piensa que después de dos décadas de taquilla palomera (para lo que Bullock parece funcionar perfectamente), ahora todo lo que debe hacer para rescatarla antes de que empiece a representar la edad que tiene (45 años) es otorgarle el Oscar más indefendible del que se tenga memoria.

¿Alguien se tragó esa de que ahora actúa? Es decir, ¿alguien cree que un día esta mujer se despertó y dijo “¡dios mío cariño, creo que me está creciendo un pequeño talento, aquí debajo del brazo!” Not. Ya lo creo que no. Si acaso algún curioso que cree en los milagros irá a decepcionarse a un Blockbuster, rentará la película y regresará a su casa pensando “yo sabbbbbía que no debía perder mi tiempo en esto”. Y no es tampoco que Sandra Bullock sea odiosa (bueno, sí un poco, la verdad), pero es que, la mayor parte de las veces, los Oscar premian por contexto y no por méritos propios. Me explico: al ganar Sandra Bullock se cuenta con que la gente que se perdió esa película (que pasó sin tanta pena ni gloria el año pasado y que ni siquiera se dignaron en distribuir aquí en México) la buscará.

Además del dinerito por el ‘redescubrimiento’ que siempre viene bien, la Academia cuenta con que revalorar una historia de redención afroamericana, donde un hombre negro de extracción muy pobre es adoptado por una pareja de blancos ricos que lo apoyan para que llegue a las ligas colegiales y acabe jugando en la NFL. El contexto: el mismo que rodea Precious, el mismo que rodea The Hurt Locker, ganadoras también en otras categorías en la más reciente entrega. La fórmula parece ser: mujeres fuertotas/afroamericanos que salen del atolladero/ pobrecitos soldados que “cuidan” a la humanidad, sufren mucho. Mi papá decía: piensa mal y acertarás. No hay que olvidarlo: este el año en que el primer presidente afroamericano está en la silla, el año en que ya nos dimos cuenta de que sus promesas de retirarse de algunas guerras como la de Irak, el bloqueo a Cuba, la intervención en Afganistán, no tienen para cuando cumplirse. Mi hipótesis es que The Blind Side es un canto a “mujeres fuertotas que además ayudan a salir a afroamericanos del atolladero”. Bajo esta lógica, yo también le habría otorgado un Oscar a Sandra Bullock, cómo no.