Los remakes siguen siendo la manera fácil de Hollywood de tener éxitos asegurados en el cine. Esta vez llegó el turno de la película El Rey León que después de 25 años llega con una nueva adaptación que intentará atrapar a nuevas generaciones.

Nada llega más a nuestros corazones que una historia que involucra animales. Es por eso que cuando vimos el tráiler de esta adaptación de la película El Rey León todos morimos de ternura al ver a Simba recién nacido. La emoción era demasiado grande, pero ¿realmente se sostiene durante las dos horas de proyección?

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¿Vale la pena ver la película El Rey León?

Hay que admitir que Disney es el rey de la animación en todos los sentidos, pues desde que inicia esta cinta (con la secuencia de “El Ciclo sin Fin”) quedarás con la boca abierta al ver el hiperrealismo de los animales y su entorno. Es increíble caer en la cuenta de que nada de lo que estamos viendo en pantalla es real.

Sin embargo, tanto naturalismo en la animación ocasiona que la emotividad y la “magia” que tiene la primera versión queden en el olvido, perdiendo elementos fundamentales. Sabemos que la intención de Jon Favreau con la película El Rey León era que los animales tuvieran expresiones lo más reales posibles, pero este es el gran problema, pues uno no logra empatizar con el sufrimiento de Simba, por ejemplo.

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Lo peor: ni el gran elenco puede salvar a la película El Rey León. De hecho, no entendemos por qué Disney se tomó la molestia de contratar a grandes celebridades como Donald Glover y Beyoncé como Nala y Simba, pues su participación nunca destaca. Algo parecido sucede con Scar, quien es interpretado por Chiwetel Ejiofor; el actor hace un gran trabajo vocal, pero este villano no logra ser tan memorable debido al aspecto escuálido que tiene.

Al final, la película El Rey León termina sintiéndose como un documental de National Geographic, con canciones aleatorias. Aunque eso sí, no podemos negar que tiene grandes momentos protagonizados por Timón y Pumba quienes son los únicos personajes que realmente trascienden. Aunque la historia es exactamente la misma, los chistes de este dúo son modificados para darle un aire más fresco a la historia y funcionan bastante bien.

En conclusión, esta nueva adaptación es completamente innecesaria. Sobre todo porque no tiene nada nuevo que ofrecer al mostrar la misma historia que vimos hace 25 años (con escenas y diálogos idénticos), pero sin la emotividad de la primera película El Rey León. Al verla, lo que más impacta son los efectos, pero fuera de eso nada superará a la versión original.

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