¿Buscas un día de paz y conexión con la naturaleza? ¡No necesitas salir de la capital para vivir esta experiencia! En efecto, existen importantes Parques Nacionales de CDMX en los que podrás respirar aire fresco, contemplar el paisaje verde y desconectarte de las preocupaciones. Checa la lista que preparamos para ti y arma tu ruta para este fin.

Estos son los Parques Nacionales en CDMX

México cuenta con una impresionante riqueza natural en todos sus rincones. Para proteger este invaluable tesoro que alberga nuestro territorio, se han constituido los Parques Nacionales; se trata de zonas con uno o más ecosistemas que se destacan por su belleza escénica, o bien, por su valor científico, educativo, recreativo o histórico.

En la actualidad, nuestro país cuenta con 67 Parques Nacionales, de los cuales ocho se ubican en CDMX. ¿Ya sabes de cuáles se trata? Aquí te compartimos una lista de estos espacios naturales para que te lances a recorrerlos.

Eso sí, recuerda acatar las reglas de cada lugar y no dejar basura durante tu siguiente visita. Ahora sí, ¡prepárate para el recorrido!

1. Desierto de los Leones

Declarado Parque Nacional en 1917, el Desierto de los Leones constituye el primer bosque mexicano en recibir este título. Se encuentra ubicado al poniente de la capital y, en su punto central, esconde un imponente exconvento del siglo XVII que albergaba a la orden de los Carmelitas Descalzos.

Además de visitar esta histórica construcción, en el Desierto de los Leones podrás respirar aire fresco, armar el pícnic con tu familia o amistades y, por supuesto, entrarle a la gastronomía local (no te vayas sin degustar una sopa azteca o un caldo de médula).

Cabe destacar que este sitio cuenta con hermosos ríos, además de senderos para correr, practicar ciclismo y realizar otras actividades deportivas al aire libre. Además, este es el hogar de cinco especies endémicas de mamíferos, así como de 94 aves migratorias.

Parques nacionales en CDMX

2. Viveros (El Histórico Coyoacán)

Se trata de uno de los Parques Nacionales más cercanos a la urbanización en la capital y uno de los sitios favoritos de la bandita chilanga para correr y hacer ejercicio. Mejor conocido como Viveros, El Histórico Coyoacán pertenecía al rancho Panzacola y fue donado por el ingeniero Miguel Ángel de Quevedo para su cuidado y conservación.

Con el paso de los años, este pulmón verde de la capital extendió su territorio al sumar la hacienda de San Pedro Mártir y otros espacios vendidos por habitantes de la zona; desde entonces, funge como un lugar dedicado a la reforestación y a la propagación de diversas especies arbóreas.

Lánzate a caminar por este bonito lugar y, ya que andas por la zona, no te vayas sin comprar plantitas y macetas para enchular tu casa.

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3. Fuentes Brotantes de Tlalpan

Al sur de la ciudad se encuentra este bonito espacio verde de la CDMX que resulta idóneo para descansar, pasear con la familia y realizar ejercicio. Se trata de Fuentes Brotantes, cuyo nombramiento como Parque Nacional surgió en 1936 con la intención de resguardar las 129 hectáreas que en otro tiempo pertenecieron a la Fábrica de hilos y tejidos La Fama Montañesa.

No obstante, estas estimaciones de espacio quedaron reducidas a solo ocho hectáreas, debido al rápido crecimiento urbano de la zona. A pesar de esta circunstancia, el parque no ha dejado de ser un importante espacio recreativo en el sur chilango; en efecto, en el lugar encontrarás un lago, juegos infantiles y una amplia diversidad de flora y fauna.

Aprovecha tu próxima visita para conocer las actividades culturales y deportivas que frecuentemente se llevan a cabo al interior del lugar. ¡Vas!

4. Cumbres del Ajusco

Probablemente constituye el Parque Nacional más conocido de la CDMX, ya que su elevación principal, el Ajusco, se puede observar casi desde cualquier punto de la demarcación. El lugar se compone de bosques, nevadas en los meses fríos y pastizales de alta montaña que brindan un hermoso paisaje, así como increíbles vistas panorámicas hacia la urbe.

Además de la oferta gastronómica que encontrarás en sus alrededores, aquí también podrás practicar senderismo, alpinismo o ciclismo; durante tu recorrido, te deleitarás la pupila con el encanto de los bosques y la rica fauna del lugar, la cual incluye ardillas, halcones, pájaros, ciervos y diversos roedores.

Cabe señalar que en el Ajusco también encontrarás atractivos como un laberinto, espacios para entrarle al gotcha o a las cuatrimotos, paseos a caballo y muchas otras atracciones para toda la familia. Eso sí, no olvides respetar los señalamientos del lugar y permanecer en los senderos más concurridos.

5. Cerro de la Estrella

El oriente chilango cuenta con su propio Parque Nacional: Nada más y nada menos que el Cerro de la Estrella. Este destacado sitio constituye el corazón de Iztapalapa y no solo resulta relevante por su riqueza natural, sino también por su importancia histórica.

El lugar cuenta con 143 hectáreas y, desde tiempos prehispánicos, fue considerado un símbolo religioso para diversas comunidades del Valle de México. Sobre esta elevación montañosa de origen volcánico todavía se conservan algunos yacimientos arqueológicos y se celebran importantes eventos, como la representación de la Semana Santa.

A lo largo de este parque podrás realizar ejercicio, acudir a jugar con tus peques y disfrutar de uno de los mejores miradores para ver toda la ciudad. ¡Lánzate con tiempo y visita también los museos que forman parte de este punto chilango!

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6. Lomas de Padierna

Ubicado en la reserva ecológica Cerro del Judío, este espacio boscoso fue declarado Parque Nacional en 1938. Aunque originalmente se extendía por 610 hectáreas, paulatinamente fue reduciendo su tamaño (debido a la mancha urbana) y, en la actualidad, cuenta con menos de 34 hectáreas.

Este lugar es reconocido por su importancia histórica, ya que fue el escenario de la Batalla de Padierna, librada en 1847 entre batallones mexicanos y estadounidenses. Asimismo, en la cima del Cerro del Judío se ubica un asentamiento prehispánico de origen tepaneca.

7. El Tepeyac

Al norte de la capital se encuentra este espacio verde como punto de resistencia ecológica. Con una extensión original de 1500 hectáreas, el Parque Nacional El Tepeyac obtuvo dicha denominación en 1937 y, desde entonces, se ha consolidado como uno de los principales pulmones verdes en esta zona chilanga.

A pesar de que también está sufriendo los estragos de la mancha urbana, este parque cuenta con bosques de eucalipto, senderos, elevaciones y todo lo que necesitas para armar la caminata, o bien, salir a practicar ciclismo. Por supuesto, no puedes irte sin contemplar las hermosas vistas de la ciudad o sin darte una vuelta por la Basílica de Guadalupe.

8. Parque Nacional insurgente Miguel Hidalgo y Costilla

Si bien este parque se encuentra entre nuestra capital y el Estado de México, constituye un excelente sitio para salir de la rutina y disfrutar de la desconexión. Mejor conocido como “La Marquesa”, este parque tiene todo lo que podrías pedir para pasarla a gusto un fin de semana: Desde una amplia oferta gastronómica, hasta actividades ecoturísticas para todas las edades.

Este inmenso bosque no solo funge como pulmón natural para ambas demarcaciones, sino que también guarda en su historia importantes eventos bélicos; en efecto, aquí se libró la Batalla del Monte de las Cruces entre las tropas insurgentes del cura Miguel Hidalgo y las fuerzas españolas.

Aprovecha tu siguiente día libre para acudir a este impresionante lugar y no te vayas sin probar sus paseos a caballo, cuatrimotos, escenarios de gotcha y tirolesas.

¿Cuál de estos Parques Nacionales de CDMX es tu favorito? No te quedes sin recorrer los que te falten y, antes de irte, échale un ojo a: La historia y los secretos del Ex Convento Desierto de los Leones.