Ubicado al sur de la capital, a la altura del Barrio de San Ángel, se erige un exconvento carmelita que posee el encanto y misterio de otras épocas. A su interior se ubica el Museo de El Carmen en CDMX, el cual alberga una destacada colección de arte novohispano, así como una docena de misteriosas momias que debes conocer.

Para que te animes a recorrer este museo chilango en tu siguiente paseo por la capital, aquí te contamos más detalles de su historia y de las sorpresas que te aguardan dentro de sus muros. 

Museo de El Carmen en CDMX: Su historia

Los orígenes de este recinto se remontan al año de 1615, cuando la orden carmelita emprendió la construcción de un nuevo edificio para preparar a sus sacerdotes. El diseño corrió a cargo de Fray Andrés de San Miguel, un notable arquitecto y fraile de la época, sobre los terrenos de lo que en otro tiempo era Tenanitla y Chimalistac.

Dos años después, comenzó la vida religiosa y educativa al interior de este lugar, que recibió el nombre de Colegio de San Ángelo Mártir —y que dio nombre a todo el barrio de San Ángel—. En su momento de mayor esplendor, llegó a tener más de 50 alumnos y una de las bibliotecas mejor equipadas de la época con cerca de 12 mil ejemplares.

No obstante, tras la expulsión de los españoles en 1828, el colegio sufrió una considerable reducción en sus filas. Esta situación solo se agravó con la intervención norteamericana de 1848, cuando la edificación fue objeto de saqueos y destrucción.

Posteriormente, la aplicación de las Leyes de Reforma supuso el fin de la vida conventual en el barrio de San Ángel; si bien el templo no fue destruido, los terrenos del colegio se dividieron entre el ayuntamiento de la localidad, una prisión y venta para particulares. No fue sino hasta 1929 cuando el lugar se convirtió en el Museo de El Carmen que hasta el día de hoy podemos visitar.

Colección, arquitectura y más secretos del recinto

Aunque esta construcción siguió las reglas de austeridad que prevalecían en la Orden Carmelita, lo cierto es que el lugar posee un singular encanto en todos sus rincones. Entre ellos se destaca el claustro, cuyo centro se engalana con una delicada fuente, además del Patio de Estudiantes, un acueducto y un amplio huerto que poseía exquisitos árboles frutales. 

Al interior del recinto reluce la riqueza ornamental de la Sacristía, el Salón de los Lavabos, la Capilla Doméstica ubicada entre las celdas y, por supuesto, la Capilla Mortuoria y el Osario en donde se colocaban los restos de carmelitas fallecidos al interior del colegio.  

Cabe destacar que el museo posee imponentes murales y piezas artísticas, creadas por personajes icónicos de nuestro país, tales como Cristóbal de Villalpando, Miguel Cabrera, Juan Becerra y Juan Correa. Asimismo, algunas salas exhiben mobiliario antiguo y objetos litúrgicos que brindan testimonio de la vida carmelita en el recinto. 

A estos espacios culturales se suma una inusitada colección de momias que puedes visitar en este lugar. En efecto, ubicada al interior de la Capilla Mortuoria, esta docena de cuerpos momificados se ha convertido en uno de los mayores puntos de atracción en el museo.

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¿Cómo llegaron las momias al Museo de El Carmen?

Existen diversos relatos y teorías sobre la procedencia de estas momias. Aunque su origen resulta incierto, la tradición popular señala que tropas zapatistas llegaron a este barrio para exigir nuevas tierras; en el proceso, fueron acuartelados al interior del convento y realizaron hoyos en el suelo con el fin de buscar tesoros. 

No se sabe si encontraron objetos de valor como esperaban; lo cierto es que, cuando se retiraron del lugar, la comunidad de San Ángel encontró estos cuerpos en buen estado de conservación al interior de la cripta. Sin muchas respuestas sobre su identidad, la gente decidió que los cuerpos no fueran enterrados, sino que permanecieran en exhibición como hasta ahora.

Existen varias teorías sobre su aparición tras el paso de los zapatistas: Una de ellas sugiere que fueron ellos quienes descubrieron las momias al inspeccionar todo el recinto; otra, advierte que las tropas llevaban consigo los cuerpos y los abandonaron en el lugar; finalmente, se piensa que originalmente se ubicaban en otras iglesias y fueron trasladados ahí por considerarse suelo sagrado.

Sea como fuere, ahora sabemos que los restos corresponden a hombres y mujeres de distintas edades (aunque mayoritariamente de edad adulta) que quedaron momificados de forma natural. Asimismo, constituyen los únicos ejemplares de este tipo que podemos visitar en la CDMX.

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¿Cómo visitar el recinto?

Además de estos atractivos de la colección permanente, el museo cuenta con exposiciones temporales y actividades para todo público desde su auditorio y otros recintos, así que no hay pretexto para que te quedes sin conocerlo. Para que no les pierdas la pista, aquí te compartimos el enlace de sus redes sociales. ¿Cuándo te vas a lanzar a recorrerlo?

Dónde: Av. Revolución 6 y 4, San Ángel, Álvaro Obregón. 

Cuándo: Martes a Domingo, de 10:00 a 17:00 h

Cuánto: $70 general; entrada gratuita para estudiantes, docentes, menores de 12 años e INAPAM. Los domingos la entrada es libre.

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