marzo, 2014

Detalles del evento
Por Luis E. Pineda Apuesto que cuando oímos o pensamos en los 60 muchos de nosotros, consciente o inconscientemente, nos remitimos a lo que pareció ser el grito de guerra de
Detalles del evento
Por Luis E. Pineda
Apuesto que cuando oímos o pensamos en los 60 muchos de nosotros, consciente o inconscientemente, nos remitimos a lo que pareció ser el grito de guerra de las juventudes de aquel entonces: “sexo, drogas y rock & roll”. Esta frase implica mucho más que desmadre y excesos: era la forma de revelarse a una sociedad conservadora y a un sistema que ya no servía a la juventud.
La exposición está delimitada en el tiempo desde la declaración de Elvis Presley como persona non-grata (1963) hasta el año del Festival Rock y Ruedas de Avándaro, mismo en el que sucedió el Halconazo (muy cerca del Chopo, por cierto); temáticamente se desarrolla sobre 3 ejes, que le dan título.
Empecemos con las drogas: su utilización trascendió su uso recreativo y fueron el medio para ejercicios espirituales más comprometidos. Quizá una de las repercusiones más importantes del consumo de drogas fue la generación de un lenguaje visual distinto: el psicodélico. Es cierto que se gesta en Estados Unidos y lo que se termina produciendo aquí es una derivación, no muy distinta, de éste: las composiciones de Arístides Coen y Carlos Natakani lo hacen evidente.
Hay otra corriente que se desarrollo manera más notable: el op-art. Ya sea mediante dibujos e incluso con videos, la experimentación con efectos ópticos, podríamos decir, alcanza su punto cúspide con la tipografía de los Juegos Olímpicos del 68 y la iconografía de las disciplinas olímpicas que si bien por sí mismas no son muy interesantes, más tarde habrían de ser retomadas con fines de protesta.
Los Juegos Olímpicos se celebraron 10 días después de la masacre estudiantil del 68, bajo un verdadero ambiente de represión (según lo podemos recoger de textos y testimonios de José Revueltas, Humberto Musacchio, etc) que no fue suficiente para contener las manifestaciones en contra del crimen de estado. Desde mi punto de vista las más significativas son aquellas que se dan desde la gráfica: mediante sutiles apropiaciones de los símbolos y temas olímpicos se denuncia la opresión. En la exposición sólo se pueden ver tres pero vale la pena buscar el resto, muy fácilmente disponibles en Internet.
Ya que hablamos de lo visual, brincaremos al Rock & Roll y el par de portadas de discos que se exhiben, uno de ellos de Los Tepetatles grupo liderado por Alfonso Arau, en donde vemos la experimentación y la influencia psicodélica. Respecto a la música es bastante experimental, rompiendo con lo mainstream que en el mejor de los casos era la traducciones de todos los hits de los gringos. Se pueden escuchar estos discos y reconocer la influencia de sustancias psicotrópicas: está bien fumado lo que sale por esos audífonos.
Encontramos algo de documentación del festival de Avándaro. Adicionalmente se trata la reacción que desde la clase política se tuvo a figuras de la música como Elvis Presley por representar modelos no propicios para la juventud. Esta reacción dejaba ver a) el extremo conservadurismo del PRI (no es que hayan cambiado, pero pues muchos de esos ya se murieron) y b) el exceso de poder y el autoritarismo de estado (creo que tampoco ha cambiado). Por cierto, y si le sirve de consuelo a alguien que siga lamentándose la cancelación del Hell & Heaven, por esas fechas hubo un concierto que tampoco se llevó a cabo –y la verdad es más lamentable que el de ahora– el de los Beatles.
Finalmente, llegamos al sexo en el que no sólo hubo la liberación femenina sino la preocupación de los hombres por tener cuerpos más estilizados –retomando algo de los cánones griegos, véase El hombre al desnudo.
Hay dos tipos de publicaciones que circulaban y en los cuales, desde ya, se podía ver algo de decadencia: las fotonovelas y los carteles de Mister Mazatlán (por ejemplo). Creo que las fotonovelas nos hablan de la rápida asimilación de la liberación sexual por la industria para transformarla en una mercancía o en los medios para hacer otros productos más deseables. En el cine, el fondo fueron las películas de ficheras.
Pero ¿a dónde nos lleva todo esto? Es sólo mi interpretación, pero se nos está hablando de un sistema de valores que siguen presentes en nuestros días aunque ya sin el agente transgresor que tuvieron en su momento. Las drogas, si bien siguen siendo usadas responsablemente por algunas personas, son usadas sin conciencia, esto en el caso de la marihuana y sólo por no hablar de las monas, las tachas, etc.
El sexo se reduce a la cópula y a un medio muy eficaz para atraer la atención de la gente y hacer que consuman algo. La música creo que se salva por que desde el underground siempre hay una respuesta a los circunstancias actuales y en nuestros tiempos el DIY (Do It Yourself, Hágalo Usted Mismo) facilita la producción y la distribución, así que sólo es cosa de buscarle. Sé que hablo en términos muy generales y que hay excepciones. Pero creo que cada quien debe llegar a sus propias conclusiones. Mejor véanla y cuenten qué les pareció.
Horario
Marzo 17 (Lunes) - Junio 30 (Lunes)
Ubicación
Museo Universitario del Chopo
Dr Enrique González Martínez 10



























