La noche del sábado 87 edificios –69 del Gobierno chilango–, 24 sitios emblemáticos, 10 jefaturas delegacionales y ocho hoteles permanecieron apagados por una hora, como parte de La Hora del Planeta.

Se trata del movimiento más grande del mundo, que pretende proteger el medio ambiente y promover la acción climática durante los 365 días del año. La Ciudad de México participó por octava ocasión.