Roma Condesa, 111 años de historia

Por Carlos Tomasini

Las calles por las que caminan a diario los vecinos y visitantes de la Condesa y la Roma, en esas donde pasean a sus perros y lucen sus lentes de pasta, están llenas de historia. En donde ahora hay apartamentos minimalistas, antes había residencias de familias rimbombantes; donde ahora hay una calle, antes había un hipódromo y donde ahora viven miles de personas en un multifamiliar, había un estadio. La evolución de esa zona tan importante para la Ciudad de México es contada en esta exposición que reúne en 111 años de historia de estas colonias creadas durante la época del Porfiriato.

Así, el visitante puede conocer el antes y el después de zonas como la Glorieta del Metro Insurgentes a través de fotografías, ver fragmentos de películas que se han filmado en ambas colonias desde la Época de Oro (como “Los Olvidados” de Luis Buñuel) hasta la actualidad (además de programas de televisión, como “Soy tu Fan”) e identificar los estilos arquitectónicos que todavía están presentes en sus construcciones, como el Art  Decó, Colonial Californiano y Arte Nouveau.

Hay otra sala dedicada a los espacios perdidos del llamado “corredor Roma-Condesa”, como los cines o el Estadio Nacional, un recinto decorado por Diego Rivera que fue sede de importantes eventos, como la toma de posesión de Lázaro Cárdenas en 1934, y que fue demolido para levantar en esos terrenos el multifamiliar Juárez.

Otro de los espacios que ya no existe es la plaza de toros, la cual fue desmontada y colocada en la zona de Cuatro Caminos (de donde acaba de desaparecer para dar paso a futuros centros comerciales y viviendas) y que se encontraba en donde hoy está el Palacio de Hierro, tienda departamental que también tiene una sala dedicada a la moda en esta exposición.

La Roma y la Condesa también estuvieron entre los lugares más afectados de la Ciudad de México durante los terremotos de 1985, por lo que otra de las salas de esta muestra está dedicada a esos hechos y pueden verse fotos y primeras planas de periódicos que dan fe de esa tragedia que marcó un antes y un después en esa zona.

Al final de la exposición, a través de un video, se pueden observar a sus actuales habitantes posando con sus perros, bicicletas, atuendos hipster, patines y demás elementos que conforman la vida diaria de los “condechis”.

Aunque los espacios del museo son muy breves, resulta un recorrido muy completo por 11 décadas en las que la Roma y la Condesa han modificado su vida diaria e, inclusive, muerto y vuelto a revivir, para convertirse en uno de los puntos más vivos de los chilangos del siglo 21.

Quizá para los muy jóvenes falta algo de contexto en la museografía para entender a fondo lo que están viendo, pero la pueden disfrutar igual; asimismo, falta el toque de las exposiciones que suele presentar el MODO (más objetos de colección con una interesante historia detrás), pero eso no demerita la calidad de la muestra.

Hay algunos temas, como el de los sismos o la arquitectura, que dejan al visitante con ganas de ver más cosas, pero esa brevedad se compensa con la cantidad de temas que se tratan en la muestra.

Enclavado en el corazón de la Roma, el MODO ofrece todo lo necesario para que los habitantes de la zona asistan sin inconvenientes, como un hermoso estacionamiento de bicicletas, lugar para amarrar a sus perros y una tienda para comprar artículos de diseño, así que todo “condechi” que se respete, debe asistir a ver esta exposición.