abril, 2012

Detalles del evento
Angelina Beloff se desarrolló como retratista, paisajista, educadora, grabadora, ilustradora, escenógrafa y titiritera; sin embargo, como muchas de sus contempóraneas, supeditó su creación artística a la de su pareja sentimental
Detalles del evento
Angelina Beloff se desarrolló como retratista, paisajista, educadora, grabadora, ilustradora, escenógrafa y titiritera; sin embargo, como muchas de sus contempóraneas, supeditó su creación artística a la de su pareja sentimental y se le ha ubicado como la “mujer detrás del genio”.
Tan ligada está la vida y obra de la artista nacida en San Petersburgo al muralista mexicano Diego Rivera (quien fuera su primer esposo (1911-1921) y padre del hijo que tuvieron juntos (muerto en 1919), que la exposición “Angelina Beloff. Trazos de una vida”, la más completa de su obra, se expone en el Museo Mural Diego Rivera.
La muestra reúne 90 piezas: óleos, acuarelas, grabados, fotografías, impresos, títeres, gouaches y dibujo; ejercicios de imaginación, realidad y cultura, de gran equilibro entre el instinto y la razón, que van de su incursión en el arte a edad temprana, a su etapa de consolidación y a sus años de estancia en México.
En 1910 conoce a Diego Rivera en Brujas, Bélgica; se casaron al año siguiente, lo ayudó y apoyó en años claves de su estancia en Europa, sobre todo en los tiempos difíciles de la guerra de 1914, cuando a Diego le habían suspendido su pensión de México. El frío complicó la salud del pequeño hijo de la pareja y murió a los 14 meses de nacido. Ambos superaron la pérdida del menor y continuaron su desarrollo artístico. En agosto de 1921 terminó con todo y decidió regresar a México, donde en 1922 realizó su primer mural.
Dos continentes y tres países influyen en la obra de la artista. Vio la primera luz en Rusia, maduró su talento en Francia, donde fue alumna de Henri Matisse y amiga de Picasso, en México continuó su trabajo creativo, además participó activamente en la creación y desarrollo de instituciones públicas de arte.
Sus primeras pinturas son discretas y austeras, se centran en la naturaleza y su fluir como espectáculo. En sus posteriores obras se percibe su crecimiento artístico y que no cedió ni sucumbió a las presiones de la moda, al consumo y a movimientos como el cubismo (sobre todo cuando era esposa de Diego Rivera en Europa), sus piezas son vigorosas y originales, muestran su espíritu alerta.
Su producción artística no se integra de osadías discutibles o deformaciones inútiles, propone armonías, pocas veces audaces, pero invariablemente llenas de profundo significado.
Paisaje y escenas de la Ciudad de México, Morelos, Guanajuato, Veracruz, Francia, Inglaterra; dibujos de Diego Rivera, autorretratos, escenas citadinas y del campo; composiciones de naturaleza e imaginación; así como ilustraciones infantiles, acuarelas, fotografías, impresos, grabados, gouaches y marionetas (entre ellas Pastillita, personaje que le ayudaría a fortalecer la función educativa del teatro de muñecos) componen la muestra más amplia que se haya montado en torno a la artista rusa.
Angelina Beloff tiene como estigma y tatuaje el nombre de “Diego Rivera”, pero es una artista con personalidad y estilo propios. No necesita de otra luz más que la propia. Tiene ganado su lugar en la historia del arte por su producción visual y plástica, no por su relación sentimental con el gran muralista. La exposición es una reivindicación y un reconocimiento a su labor artística, conseguidos a fuerza de cada trazo e idea que plasmó.
Horario
Abril 25 (Miércoles) - Mayo 20 (Domingo)
Ubicación
Museo Mural Diego Rivera
Colón s/n Entre Balderas y Dr. Mora



























