Al frente de la tienda de guitarras artesanales Jasso esta Hilda, quien venció estereotipos de género y mantuvo la tradición.

Las mentes sensibles fácilmente se enternecen con su local. Se trata de un espacio rectangular de 4X5 en donde juegan gatos de colores variados. En la parte superior, hileras de instrumentos, unos para infantes, otros para adultos. Sobre el piso dos vitrinas y al fondo, paredes con fotos y recuerdos familiares.

En cuanto un cliente o posible cliente se aproxima a la puerta, se asoma María Hilda Jasso Benítez con expresión alegre. Para ella, el gesto le resulta fácil: lo que más disfruta de su trabajo es, precisamente, regalar un buen trato, además de ofrecer calidad.

Desafiando estereotipos

Hilda es laudera, palabra que rara vez se pronuncia. El arte de elaborar y reparar instrumentos de cuerda, es considerado por muchos, una actividad exclusivamente masculina. Por eso, hay quien se sorprende al saber que es ella quien dirige el negocio.

El no darle importancia a los roles de género, le viene de familia. Fue su tía de quien aprendió el oficio, en su tierra, Paracho de Verduzco, Michoacán. Esto cuando tenía apenas 12 años.

Su tienda la cual tiene 37 de antigüedad se llama Jasso, cómo su apellido y no Jason cómo se muestra en internet, parece que hasta los buscadores on line están acostumbrados a ligar el giro con un género determinado.

Instrumentos artesanales y de primera calidad

Los materiales de las guitarras, ukuleles, mandolinas y laudes son primera y el proceso de fabricación se hace con esmero. Por ejemplo, se cuida que la madera quede lo más delgada posible, para que el sonido viaje con ligereza. Además, cada pieza representa de dos a tres meses de trabajo y mucho conocimiento.

Hilda se ayuda de dos trabajadores, uno que elabora el cuerpo de los instrumentos y otro, que auxilia con las reparaciones. Ella se encarga de limar, barnizar y dar los acabados finales.

Una guitarra de cedro rojo cuesta 2, 800 pesos, aunque también venden de fábrica en 800 pesos. Sobra decir, que la primera, supera en mucho a la segunda.

A este lugar han llegado a comprar y a platicar con Hilda artistas cómo Chamín Correa, Héctor Bonilla y los Hermanos Bichir, además de celebres periodistas y televisoras

Hilda platica con fluidez, sin equivocar una sola palabra y manteniendo la sonrisa. “Soy feliz cuando hay mucho trabajo, me gusta mucho lo que hago”, comenta.

  • Ubicación: C. Joaquín Velázquez de León 2, San Rafael
  • Horarios: De lunes a domingo de las 10 a las 19:30 horas.

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