Drones vigilarán los panteones de Iztapalapa

El futuro es hoy, y si aún lo estás dudando, en los panteones de Iztapalapa los drones serán los nuevos vigilantes.

Iztapalapa cuenta con uno de los panteones más grandes del país, el Panteón Civil San Nicolas Tolentino tiene 113 hectáreas y la capacidad de albergar 210 mil fosas. Ante el enorme espacio de un panteón que cuenta con avenidas y calles por dentro, la Alcaldía de Iztapalapa realizó una estrategia de seguridad con drones.

Un panteón con drones como vigilantes en Iztapalapa

Un convoy de cuatro drones serán los nuevos policías del Panteón Civil más grande de la Alcaldía. Estos estarán controlados por torres tácticas de videovigilancia que estarán conectadas al centro de monitoreo del C5 y efectivos en las más de 100 hectáreas del cementerio en respaldo a los usuarios y las tumbas.

“Con estos drones se realizará un monitoreo de día y de noche con torres de video vigilancia de alto alcance y conectadas al C5. Asimismo tendrán videocámaras en puntos estratégicos del panteón, mecanismos de ingreso digital para personal, modernización de servicios digitales en áreas administrativas. Por último, habrá una transformación de las salas de velación en beneficio general para la población”, señaló la alcaldesa Clara Brugada.

Nuestros queridos y robóticos vigilantes estarán recorriendo los cielos del cementerio con el fin de terminar con actos ilícitos que sucede en la zona. Además, habrá casi 300 cámaras de video vigilancia (algunas con visión nocturna de largo alcance) que monitorearán los espacios del panteón. Todo este circuito de vigilancia es para contar con reacción inmediata para cualquier eventualidad.

12 millones para realizar estas nuevas obras de vigilancia

Para estas nuevas actividades de seguridad se destinó un presupuesto de 12 millones de pesos en general. Esta cifra incluye todas las obras realizadas y la adquisición del equipo digital y especializado para modernizar la atención en los panteones.

También se realizará un memorial para honrar los restos mortales de las osamentas que ya fueron olvidadas en sus tumbas, debido a que sus familiares por distintas razones ya no regresaron a los cementerios. Esta situación evitará que aparezcan huesos en los predios, ya que el reglamento anterior de panteones establecía que se colocarán en bolsas al pie de las tumbas para volver a usar el lote, pasados los tres refrendos que establece la ley para inhumar.

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