Llegó el nuevo resort de lujo que le faltaba a la ciudad, con alberca panorámica, comodísimas suites y un espacio para propiciar la polinización: ¡Bienvenidxs a Ento Motel! A partir de este mes, el Laboratorio Arte Alameda alberga Ento Motel, primer residencia artística en su jardín polinizador la cual está destinada a recibir a todos los insectos, aves y uno que otro mamífero curioso —ya saben, típico que los michis se sienten dueños de todo— que desee beneficiarse de las plantas. ¿Te apartamos una habitación? Échale un ojo a este peculiar proyecto.

Ento Motel: Donde el diseño, arquitectura y ecología se unen

Seguro te estás preguntando “¿Por qué un hotel de bichos?”. Por su lado, el jardín polinizador donde se encuentra es un esfuerzo por crear conciencia acerca de la importancia de los polinizadores, quienes enfrentan una crisis debido a la desaparición de la flora en la ciudad. Según Pao Gallardo, subdirectora del LAA, este jardín surgió en 2019 para acercar a los transeúntes de la Alameda con el tema y, al ser un espacio del laboratorio, experimentar en este a través del arte.

Ento Motel es el primer proyecto que se lleva a cabo en el jardín, como su nombre lo indica es un juego entre la entomología —estudio de los insectos— y un motel utilizado por los insectos que están de paso. La instalación que cuenta con cinco curiosas edificaciones surgió como reflexión acerca del deterioro ambiental y también como un elemento funcional para estos pequeños amigos, menciona el artista Martin Levêque, parte de Macondo, colectivo que llevó a cabo el proyecto.

“Es un espacio de vida, para que más personas se animen a conocer el museo. Visitar el atrio es gratuito” añade Pao consciente de que algunas exposiciones dentro del LAA pueden ser intimidantes para cierto público. Mientras que el atrio es un pequeño oasis para resguardarse de la ciudad: una pequeña plaza arbolada y rodeada de plantas, con bancas para relajarse, algunos michis tomando baños de sol e incluso con espacio para que las infancias puedan jugar.

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Un resort de lujo que beneficia la polinización

Si el espacio ya te atrapó, el complejo turístico de Ento Motel terminará de robar tu corazón. ¿Hay algo más extraordinario que un mini hotel, como salido de película, entre plantas y flores? No tenemos dudas, esta instalación te sacará muchas sonrisas porque es una sobredosis de ternura, además, está perfectamente pensada para que cada una de las pequeñas construcciones beneficien a la fauna que suele visitar el LAA.

Martin nos platica de qué va cada uno de los componentes:

Es una serie de microarquitecturas que sirven de refugio para distintas especies. Las estructuras juegan con nuestra idea de un resort: con su hotel de lujo con pequeños agujeros para que los hongos se comiencen a meter y desintegren la estructura, una alberca para recibir algunos pájaros, el centro de convenciones —que son tablas apiladas— es el favorito de las arañas y escarabajos que aman los entrepaños, las suites de las abejas solitarias para que aquellas sin panal pasen la noche y un estacionamiento de pájaros que también cumplen un papel importante en la polinización.

Además de cumplir con estas funciones, Ento Motel rompe con los tradicionalismos de las exposiciones museográficas, sobre todo porque las piezas tienen el propósito de desintegrarse. Fueron construidas con madera recuperada y donada por Taller Nacional —estudio de diseño y producción de mobiliario—, para minimizar el impacto ecológico, a su vez, es un diálogo contrastante con el modo de vida de las ciudades, dice Martin: “Queremos tener posesión de las cosas, dejar huella. El concreto nunca se destruye, o en mucho tiempo, pero esta arquitectura se desvanece ante la permanencia de la ciudad”.

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Menos gris, más verde mexicano

Otro aspecto importante para el proyecto era dar a conocer la paleta vegetal de la Ciudad de México. ¿Se han fijado que todas las jardineras de la ciudad tienen las mismas flores siempre y algunas continuamente marchitas? Claro, porque no se dan en este clima, así que romper con este ciclo era importante.

“Parte de Ento Motel era el deseo de llevar y hacer conocer el paisaje vegetal de la cuenca de México a la gente, por eso utilizamos floripondio, yuca e incluso plantas de clima árido para decorar las  jardineras”, comenta Levêque.

Un exposición viva

Entre las especies que dibujan este paisaje hay nopales, aloes, yuca, floripondio, salvias, flor de mayo y algunas gramíneas. Estas últimas, por ejemplo, ayudan a que las semillas se vayan volando y puedan germinar en otros espacios para crear una ciudad más verde. Por otro lado, generar un vínculo a través del reconocimiento de algunas especies hace que las personas sean más conscientes de su existencia y las protejan.

No solo las especies que ya están plantadas, también vivir el crecimiento de las semillas que plantamos en el suelo y están por crecer.

Esto también nos hace parte de una exposición viva que cambia dependiendo del momento en el que visites:

A lo largo del año Ento Motel va a ir evolucionando. Hay semillas en el suelo, van a germinar, crecer, va a evolucionar y cambiar el paisaje. Los insectos se irán, otros nuevos llegarán, las estructuras serán impactadas por el medio ambiente.

El trabajo artístico incluso se convierte en una reflexión acerca de la permanencia y lo efímero, así que si necesitan un momento de introspección, este es el lugar indicado.

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¿Cómo te quedó el ojo? Esta exposición estará disponible al menos hasta septiembre del 2022 y es totalmente gratuita. Lo más chido es visitarla en diferentes etapas para ser consciente de la evolución de Ento Motel, así que te recomendamos darte una primera vuelta en los próximos días.

Dónde: Laboratorio Arte Alameda. Dr. Mora #7, colonia Centro

Cuándo: Mar a Dom 11-17:00 h

Costo: Entrada libre