Los Secretos de Manuela

Técnicas para aprender a darte amor

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Qué dijeron: “¡Ya se olvidaron de nosotros y sólo armaron El manual de Manolo“. Pues no, hombres, relax, take it easy, como dice la canción. Los tenemos muy presentes y, por eso, aquí va la versión dedicada a ustedes.

Como sabemos que siempre es bueno saber cómo darle gusto al gusto cuando uno está aburrido o es foreveralone, o sólo porque tienes unos 20 minutitos libres… date un regalito y alégrate el resto del día, o de la semana.

Lo primero:  Que todo fluya

Ahora más que nunca necesitas un buen lubricante que te ayude a que la cosa sea mucho más placentera. En la farmacia puedes encontrar algunos hechos a base de agua, estos irritan menos la superficie (igual es bueno consultar al médico por el que más les convenga a ustedes).
 
Lo segundo: Entrar en contacto

Acércate con cautela, salúdalo con una sonrisa, dale la mano, sube y baja según la velocidad deseada. Algunos prefieren estimular el glande y el frenillo, pero a otros les gusta ir más rápido y concentrarse en tooodo “el esplendor de su masculinidad”.

Lo tercero: Agarrar ritmo

¿Te han hablado de la constancia y la perseverancia? Bueno, pues aquí eso también aplica. Tener un ritmo constante te ayuda a conservar la erección y, por consiguiente, llegar al orgasmo. Aunque, también es recomendable que cuando uno ya esté a punto de llegar, se afloje un poquito el movimiento. Así se controla el momento de terminar. 

Vengan las técnicas: 

1,2,3… ¡Ignición!

No se espanten. Este método se llama así porque asemeja a la técnica de encender fuego con dos palos (en este caso, sería con dos manos y un palo). Se toma el pene con las dos manos y se frota pa’delante y pa’trás.

La seta

El pene se sostiene con una mano y con la otra se hacen movimientos rotatorios sobre el glande (de ahí que su nombre sea la seta, porque queda como un hongo).

La paradiña

Para que vean que también esto se puede combinar a la perfección con la onda futbolera brasileña, ahí les va ésta. Es muy lenta, así que ármense de paciencia y tiempo suficiente. Puedes empezar masturbándote de la forma que quieras, pero eso sí, al sentir que estás cerca de la eyaculación detente y enfócate únicamente a estimular la parte inferior del pene sin tocar el glande. Así, hasta que vuelvas a sentir que ya se viene el asunto, subes la mano al glande hasta terminar.

El anillo constrictor

Quítate el pantalón y deja únicamente tu ropa interior. Saca el pene por el orificio y jala la prenda hacia abajo. Sentirás una presión alrededor del pene, justo como si fuera un anillo.

Ordeñando la cabeza

Con una mano sostienes el tronco del pene y con la otra lo acaricias hacia arriba, tal como si estuvieras ordeñando una vaca. La estimulación va directa al glande. Sí, serán muy felices.

Sexo ¿oral?

Bueno, por decirle de algún modo, ya que es el que más se asemeja. Utiliza mucho lubricante y aplícalo en tu dedo índice y el pulgar (para simular unos labios) y con la otra mano sostén el tronco. Dale para arriba y para abajo.

El puño y el pulgar

El pulgar debe dar movimientos circulares sobre y debajo del glande. Con el resto de los dedos envuelve el pene firmemente. 

La mecedora

Si tu abuelita tiene una en casa, dile: presta pa’ la orquesta. Cierra tus manos, coloca tus puños entrelazados debajo del pene. Haz un movimiento de vaivén y frótalo con las muñecas (que forman una cruz). Toma un poco de tiempo, pero vale la pena.

Otra piel

Te puedes vendar la mano con alguna tela como la seda o algo que te permita tener una sensación diferente a la de tus propias manos.