7 señales de que naciste para el porno

Lo tuyo lo tuyo es el placer en video

Muchos pensamos que ser actor porno es cosa fácil. Lo único que tienes que hacer es el sexo con mujeres hermosas y que te graben un par de personas. Pero no podríamos estar más equivocados. Es un trabajo que requiere dedicación, constancia, y mucho control corporal.

Así que, les dejamos siete señales claras que indican que naciste para el porno. De lo contrario, sólo eres un amateur morboso.

7. Te gusta darle a tu cuerpo alegría

En la adolescencia fuiste señalado por los mayores porque pensaron que te iban a salir pelos en la mano, barritos en la cara y te ibas a quedar ciego por tanto que auto explorabas tu cuerpo. Hoy, ya siendo mayor, la gente opina lo mismo de ti. Eres algo así como una máquina de placer. 

6. Sufres el síndrome del conejo

Algunas personas queman calorías en el gimnasio, otras hacen yoga y hasta crossfit. Tú decides ejercitarte con el movimiento del coxis. Seguramente disfrutas más haciendo ejercicio de esta forma. Al menos no todo es dolor y lágrimas.

5. Te mantienes firme bajo presión

Muchas personas le tenemos miedo a estar frente a cámaras. Sobre todo si tenemos que estar desnudos y bien parados en el suelo. Pero tú, como todo un semental, no le temes a nada. Cuando la gente te ve haciendo lo tuyo (sea lo que sea) te mantienes firme y decidido.

4. Tu trabajo ideal es entregar pizza a domicilio

Quizá has pasado demasiado tiempo visitando la versión erótica de youtube, o viendo videos lujuriosos, pero cada vez que piensas en pizza te prendes por el queso. Crees que de pronto, un día llegarás entregarás tu pizza y una hermosa rubia abrirá la puerta para invitarte a disfrutar tu propinota. 

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Pizza

3. Apenas te rozan la pierna y ya estás listo 

Típico que estás en tu casa, después de un largo día de trabajo. Te acuestas a ver la televisión y olvidarte del estrés, entonces, tu pareja decide que es buena idea sentarse junto a ti y tocarte la pierna. En ese preciso momento suena jazz ambiental en tu cabeza y te imaginas en medio de una cinta para adultos y tú, por supuesto, eres Ron Jeremy.

2. Piensas que los espejos deben ir en el techo

Generalmente las personas tienen espejos de cuerpo perfecto para poder ver cómo se les ve la ropa, y poder peinarse o simplemente por vanidad. Tú, por el otro lado, crees que los espejos deben ir en el techo para así poder admirar tu destreza a la hora del sexo. Siempre estás al pendiente de tus movimientos, tus gestos y, por supuesto, los de tu pareja. No les encuentras otro uso.

1. Eres de ‘cascos ligeros’

Eso de los prejuicios, pudor y restricciones sociales no van contigo. Cada vez que tienes la oportunidad de hacer que ‘baile el muñeco’ estás más puesto que un condón. No importa la hora, ni el día, ni la persona, ni el lugar. ¡NADA! lo tuyo es el placer en su máxima expresión. 

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Jim Carrey