¿Piensas que un año humano equivale a siete años de perro? ¡Has vivido engañado toda tu vida! Un estudio y una tabla revelan que la verdadera edad de los perros varía mucho, dependiendo de la raza y del número de años que tiene tu mascota.

La revista especializada Science Alert publicó un artículo en el que desmienten esa creencia de que que siete años de un perro equivalen a un año humano.

Esta investigación parte de la afirmación de que si cada año de humano fuera equivalente en desarrollo a 7 años de perro, entonces seríamos capaces de reproducirnos a los siete años o de vivir hasta los 150 años fácilmente.

Obviamente sabemos que no somos capaces de eso.

Te recomendamos: ¿Dónde puedo denunciar un caso de maltrato animal en la CDMX?

De acuerdo con la investigación de Science Alert, la vida de un perro es más veloz al principio. Es por eso que pueden alcanzar la madurez sexual después de su primer año de vida. Sin embargo, conforme van envejeciendo, el desarrollo se vuelve más lento.

Entonces, ¿cómo calculo la edad de los perros?

Considerando todas esas variables, calcular la edad de los perros no es algo tan fácil como pensábamos.

Además, la edad “humana” de un perro varía de raza a raza, ya que las más pequeñas maduran más rápido que las más grandes aunque tienden a vivir más.

Tomando todo esto en cuenta, el artículo crea una tabla para conocer la edad de los perros. Es importante saber que para hacer el cálculo hay que tomar en cuenta el tamaño de su raza: si es pequeño (9.5 kilogramos o menos), mediano (de 9.6 a 22kg), grande (23 a 40kg) o gigante (41kg o más).

El artículo también menciona que la creencia de los 7 años viene desde el siglo XIII. Uno de los primeros ejemplos es una inscripción en la Abadía de Westminster que calcula que un año humano equivale a nueve en un perro.

Aunque también se menciona que, según un veterinario de la Universidad de Kansas, esta equivalencia pudo ser una simple estrategia de marketing para animar a los dueños a llevar a sus perros una vez al año al veterinario.

También lee: ¡No, pos ‘guau’! Esto cuesta tener un perro en casa