Año 1989, Los Tigres del Norte publicaban su disco Corridos Prohibidos, de donde se desprendería una canción que hasta la fecha es clásico de cantina: “La Camioneta Gris”. A nivel mundial Madonna lanzaba “Like a Prayer” y surgía una banda en Seattle: Nirvana.

Al mismo tiempo, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) se enlazaba a la Universidad de Texas en San Antonio mediante una línea privada analógica de 4 hilos a 9600 bits por segundo. Fue la primera vez que México logró una conexión a Internet.

Cinco años después, Internet se abría al ámbito comercial en México iniciando una nueva era de desarrollo para nuestro país, beneficiando a empresas, instituciones educativas y ciudadanos comunes. La “súper carretera de la información” nos brindó la forma de comunicarnos con otras personas de manera eficaz, de compartir información casi inmediata, acortar distancias y potencializar el tiempo.

Las computadoras no eran tan accesibles como hoy en día; era un lujo contar con una en casa y para los jóvenes estudiantes resultaba más fácil ir a la papelería por una monografía para hacer su tarea que buscar en línea la información, pero había algo muy interesante en este nuevo sistema llamado Internet: los chats. ¿Quién no gastó varias horas de su tiempo platicando en salas de chat con perfectos desconocidos? Luego vinieron los correos electrónicos, los programas para bajar música, el ICQ (que para los más jóvenes que no lo usaron, era el sistema de mensajería instantánea más popular de la época)…

Conectarse a Internet requería el uso de la línea telefónica, por lo que los papás, (anticuados, como siempre) sostenían fuertes discusiones con sus hijos por ocupar el teléfono tantas horas. Los más pudientes contrataban una línea extra exclusiva para Internet. Vino el Messenger, nuestros papás comenzaron a usar Internet y ahora eran los hijos los que discutían con los papás por acaparar la computadora tanto tiempo. Hicieron su aparición los primeros problemas legales por culpa de Internet con el reclamo de derechos de autor, sobre todo en las descargas de música (caso Napster), todas las empresas sabían de la necesidad de crear su propia página, los diseñadores ampliaron su campo laboral a los medios digitales y sucedió lo impensable: en abril del 2000 se creó la conexión inalámbrica WiFi, apareció YouTube, donde podías ver y compartir videos; y si de por sí ya éramos esclavos de la computadora y sobre todo de Internet, vino el detonante que acercó cada vez a más personas al monitor, teclado y CPU: las redes sociales… nadie se pudo despegar de ellas.

Eso es Internet, una gran miscelánea de información que cada día se reinventa con nuevos servicios, un medio de comunicación de gran impacto por su coyuntura e inmediatez y que hoy como desde hace siete años, se festeja gracias a la iniciativa de la Asociación de Usuarios de Internet para asignar el 17 de mayo como una efeméride mundial, el Día de Internet. ¡Gracias Internet, chilango.com no existiría sin ti!

¡A navegar se ha dicho!