Algo pasa en Mérida 203 en la colonia Roma. Apenas son las 6 de la mañana y hay una fila inmensa de gente.

Unas horas más tarde todos están adentro y otros más ocupan su lugar formados. Entre ellos se pasea un tipo alto, rubio y con pinta de extranjero. Se acerca a platicar con ellos, los saluda de nombre y sigue caminando.Un sujeto mayor lo detiene y le agradece. Le cuenta que es fotógrafo y le ofrece sus servicios para retribuir un poco de lo que le han dado.

El sujeto con pinta de extranjero es Javier Okhuysen, mexicano, chilango, tiene 32 años, es ingeniero industrial y hace casi 10 años trabajaba, junto con su socio Carlos Orellana, en Nueva York y Londres en el manejo de banca de inversión y fondos de capital de riesgo, pero en 2004 decidieron renunciar a sus trabajos y montar Sala Uno, una clínica en México con un solo objetivo: curar la ceguera innecesaria.

“Poco a poco vamos avanzando hacia nuestro propósito de acabar con el tema de las cataratas”, dice Javier, sobre el principal problema que, según él, causa una gran cantidad de problemas de ceguera ya que existen 2 millones de casos en el país y cada año se suman 300 mil más y de esos, sólo se curan 150 mil al año.

55893Sala Uno

Sala Uno

El motivo de que haya tanta gente fuera de su clínica es que hacen una consulta integral para revisar la vista por 50 pesos. Parece una cuestión de asistencia pero no lo es. “Somos emprendedores sociales ybuscámos un beneficio económico, pero también generar un impacto social”, dice Javier

Adentro de su clínica todo está en movimiento y pocas cosas se detienen: en una cabina, dos mujeres optometristas miden el tamaño de la córnea, la presión ocular y hacen revisiones exhaustivas.

El paciente sale en cuestión de minutos, regresa a la sala de espera y momentos después entra a una nueva revisión en otra cabina. Y después a otra. Finalmente es evaluado por un especialista basandose en todas las revisiones previas que se le hicieron.

Todo es como una línea de ensamblaje automotriz de una fábrica, pero en lugar de montar partes metálicas, atienden y revisan la vista. Y para que todo no sea tan frío, contrataron a una persona que trabajó en Disney para que les diseñara la experiencia del paciente.

Su modelo está basado en una economía de escalas, o lo que es lo mismo, atienden a mucha gente a bajo costo y se ganan una lana; de la misma manera en que lo harían si vieran a pocos pacientes, pero con precios más elevados.

55892La clínica

La clínica

“Somos un modelo de muy alto volúmen, alta calidad y bajo costo”, dice Javier. Por es en 18 meses han operado a cerca de 4 mil pacientes con cataratas y han revisado a 50 mil personas. “Podemos operar con seis doctores, lo mismo que están operando en otros hospitales con 25”.

Quizá por eso su clínica cobró notoriedad y comenzó a llegar gente que no es de escasos recursos y tuvieron que abrir una clínica con un servicio Plus, donde la gente no espera tanto tiempo, pero paga más por su consulta. Con el precio extra que le cobran a estas personas también financian las cirugías de la gente que no puede pagar tanto.

“Uno de los principales lemas de nuestra empresa es que nos va bien haciendo el bien. Entre más personas ayudemos, mejor nos irá”.

*Por cada 250 likes en Facebook, le donan una cirugía a una persona de escasos recursos.

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