Se les está dice y dice, pero esto es algo que vale la pena repetir hasta el cansancio: el alcohol no se mezcla con el volante. Ya vienen los festivales de música, las reuniones navideñas, o posadas, y con ellas, que te eches tus tragos y el brindis. Sin embargo, queremos recordarte que tienes que beber de manera responsable, sin arriesgar tu salud ni la de los demás, y sustituir la copa por el agua unas horas antes de estar al volante, o de plano si ya te tomaste más de 2, mejor no manejar.

En Chilango los queremos a salvo, que disfruten, pero con medida. Por eso, compartimos algunas razones y datos para concientizar a toda la banda para que no manejen bajo los efectos del alcohol.

No solo es cuestión de que te agarre el alcoholímetro y amanezcas en el torito y tu coche en el corralón, sino que las estadísticas lo dicen todo: hay 38% más de riesgos de causar accidentes si el nivel de concentración de alcohol en la sangre es de 0.5 g/l (OPS, 2008). Después de consumir alcohol se disminuyen tus reflejos, lo que incrementa el tiempo de respuesta, por ejemplo, dificulta que frenes rápido si alguien se atraviesa, también provoca falta de coordinación motriz, lo que puede llevarte a no volantear correctamente; o se presentan alteraciones en el juicio, lo que hace que subestimes la velocidad y los riesgos; así como disminución de los sentidos, lo que genera que pierdas, por ejemplo, agudeza visual.

Todos estos efectos que provoca el alcohol explican el porqué cerca del 32% de los accidentes fatales de vehículos involucran a un conductor o peatón que se encontraba bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Para el 2020, el INEGI reportó que 15,028 accidentes estuvieron relacionados al consumo de alcohol.

El problema de mezclar la bebida con la manejada es que no solo pones en riesgo tu vida, sino también las de los demás, como tus copilotos, los demás conductores o transeúntes. Hay datos a nivel mundial que indican que 186,000 de las lesiones que se producen en las carreteras son causadas por conductores que consumieron alcohol (OMS, 2018), por eso es tan importante no saltarte la fila o tratar de engañar el alcoholímetro, este puede salvar tu vida y la de otras personas, ya que en muchas ocasiones las víctimas de los accidentes son personas que ni la debían ni la temían, pero tuvieron la mala suerte de toparse con alguien que decidió tomar y manejar.

No nos malentiendan, aquí el problema no es que se echen sus cubitas, o unas cheves, sino que lo hagas en exceso y sin tomar tus responsabilidades. Nada te cuesta decidir, que si tomas no manejes, además ahora hay un chorro de opciones para tomar fácilmente un servicio de auto o taxi; o puedes designar a un conductor que te lleve sano y salvo a casa; o si estás en casa de un compa, si es posible, quédate a dormir hasta que estés al 100 al otro día para manejar.

Sé un consumidor responsable, si tomas no manejes. Ahora pon a prueba tus conocimientos sobre el alcohol aquí.

CONTENIDO HECHO EN COLABORACIÓN CON DIAGEO.