Cuando se trata de café, amamos el cultivado y tostado en México, pero el de Colombia tiene un encanto igual de especial. Juan Valdez fue una de nuestras cafeterías consentidas, no solo por la calidad del café, sino porque las tiendas (y sus ganancias) pertenecen a los trabajadores cafeteros colombianos. 

Juan Valdez nació en 2002 cuando abrió su primera cafetería en el aeropuerto internacional de El Dorado, en Bogotá. Desde entonces, se expandió a Chile, Ecuador, Colombia, Aruba, Panamá, Estados Unidos, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Paraguay y México —aunque, hasta nuevo aviso, ha cerrado en nuestro país mientras buscan socios?—, convirtiéndose en el embajador del café colombiano.

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La historia y el origen de Juan Valdez

Foto: Juan Valdez/Cortesía.

Fue la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia la que creó la marca Juan Valdez, y el personaje que se convirtió en la imagen del café colombiano en el mundo. 

“La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, organización sin ánimo de lucro que representa a más de 500.000 familias productoras de café, le dio a la marca Juan Valdez® la misión de abrir negocios alrededor del mundo que les generarán valor directamente a los caficultores colombianos”, de acuerdo con el sitio web de la marca.

Juan Valdez es la única marca de café de Colombia que tiene presencia en varios países y que pertenece directamente a los productores de café colombianos.

Así, las tiendas que tiene Juan Valdez en el mundo pertenecen a unos 18,500 accionistas cafeteros, y los ingresos van directamente a las familias productoras de café en Colombia. 

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¿Por qué nos encanta el café colombiano?

El cultivo de café en Colombia es una tradición que da sustento a más de 500,000 familias. El clima y las condiciones ambientales en el país sudamericano han permitido que Colombia tenga denominación de origen para la producción del café.

La denominación de origen del café colombiano significa que “se ha demostrado que la calidad del café cultivado en Colombia obedece no solo a las condiciones específicas de clima, localización y oferta ambiental, sino también a los cuidadosos procesos de producción asociados con el café. Se trata de factores naturales y humanos que inciden esencialmente en la calidad del producto y que las autoridades de los diferentes países han evaluado y reconocido antes de otorgar una protección especial al producto”.

Además, Colombia está en el top 10 de los países que producen más café.

El café colombiano es 100% arábico lavado. De acuerdo con Café de Colombia, eso resulta en un “café sobresaliente, suave, de taza limpia con acidez relativamente alta, cuerpo balanceado, aroma pronunciado y un perfil sensorial de excelente calidad”.