El arte es un instrumento para la reflexión y cuestionamiento, a través de la creatividad y perspectiva de artistas podemos conocer posturas, sentimientos, ampliar nuestro panorama y ser empáticos. Por ello, es importante otorgar espacios de difusión a distintos artistas, especialmente a mujeres, que con sus obras buscan un cambio positivo en nuestro país en muchos aspectos.

Afortunadamente, existen muchas creadoras que, desde el arte, expresan su postura para un país más equitativo y justo. Esta vez, hablaremos del trabajo de Natalia Molina Carrillo, una fotógrafa que aboga por el feminismo a través de su cámara y de los espacios artísticos, además de impulsar a fotógrafas y fotógrafos emergentes a través de su revista Naahboox Magazine.

Natalia puede servir de inspiración para quienes van empezando en la fotografía, pues ella empezó desde chavita; alrededor de los 15 años se empezó a interesar en el mundo de la fotografía y a los 18 años comenzó formalmente su camino como artista. No se encasilla en un género fotográfico, sino que va experimentando distintos géneros, desde el documental y la fotografía de calle, retratos para empatizar con las historias de las personas, hasta el conceptual.

Es una profesión dominada por hombres en México, pero sin duda las fotógrafas han ido abarcando más espacios donde son reconocidas, lo que ha servido para afirmarse como profesionales y continuar orgullosamente con su trabajo. La artista describe que salir con su cámara en búsqueda de imágenes para capturar es un acto de resistencia y de valentía. Su lente es sinónimo de su voz y mente, a través de ella se expresa y a veces supera el poder de las palabras.

Se considera feminista y asegura que su ideología se plasma en las fotos capturadas. Su lente con mirada femenina busca indagar y abrir diálogos en temas que incomodan a la sociedad, o acerca de lo que nadie habla, buscando revivir esas discusiones para mejorar aspectos de nuestra sociedad.

Además, Naahboox Magazine es un proyecto que fundó hace dos años junto con su pareja, quien también se dedica a la fotografía, por lo que decidieron crear un espacio virtual para reconocer y difundir el trabajo de fotógrafas y fotógrafos de Latinoamérica, sin importar que sean fotógrafos por estudios, ya que también pretenden apoyar el talento amateur, con el fin de romper estereotipos referentes al que el talento se construye únicamente en una escuela. Actualmente participan artistas de todo el mundo y es leída en distintas ciudades.

Usualmente, Natalia está detrás de la cámara, pero durante la exposición de Ai Weiwei en el MUAC, se encontró con retrato suyo, estaba sosteniendo una cartulina en una de las manifestaciones por Ayotzinapa a la que asistió, fue entonces cuando se vio ella a través del lente y reforzó su pasión de estar detrás de la cámara compartiendo distintos discursos y sentimientos a través de las imágenes.