Este video viral de La Chona te dará vida. Un alto peatonal puede ser motivo de felicidad, si se acompaña de la melodía adecuada, como nos mostró el usuario Ashauri López.

El cruce de la Calle Tacuba y el Eje Central en el Centro Histórico, se convirtió en la pista de baile improvisada más feliz de la capital, al ritmo de la famosa canción “La Chona” de los Tucanes de Tijuana.

Varios peatones cruzaban tranquilamente la calle cuando escucharon el ritmo de “La Chona” salir de un vehiculo que esperaba la luz verde. Al instante la fiesta se armó entre los chilangos que saltaron a bailar frente a los autos.

En el video viral de “La Chona” se aprecia alegría y ánimos mientras los chilangos lucen sus mejores pasos. Los peatones comenzaron a bailar animosos pero los conductores también se unieron al jubilo.

Mientras el semáforo les daba luz verde la música que rodeaba a los vehículos, no paraba de sonar y, los ánimos entre los asistentes tampoco, en el video viral de “La Chona” se aprecia a una pareja bailar y compartir la pista de baile improvisada.

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Incluso algunos limpiaparabrisas y bailarines urbanos disfrutaron de la verbena momentánea. Y por supuesto nadie dudo en sacar a relucir sus mejores pasos.

El video viral de La Chona que fue compartido en redes sociales por Ashauri López nos recuerda que la ciudad se puede convertir en una improvisada pista de baile para compartir momentos agradables.

En días anteriores los locales en el Centro Histórico han reanudado poco a poco sus activiades, la gente vuelve paulatinamente a sus calles mientras que el semáforo epidemiológico se mantienen en color naranja.

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Ya se pueden ver a varios transeúntes tomar poco a poco las calles del Centro. El primer cuadro de la ciudad luce menos desierto que en días anteriores, cuando inició la Jornada de Sana Distancia.

Que el video viral de “La Chona” nos recuerda que la alegría, poco a poco, regresará a las calles de la Ciudad de México.El sonidero de azotea en Ecatepec o el cuentacuentos en Tlatelolco, pueden ser el ejemplo perfecto, de que solo basta una chispa de alegría para contagiar a todos.