Leyó por primera vez la palabra “poliamor” a los 18 años. Su reacción fue instantánea: «No podría, soy muy celosa». Tiempo después, ella y su novio —con quien llevaba una relación de más de cinco años— llegaron a un punto extraño: a ambos les gustaba otra persona. Abrir la relación, entonces, ya no sonaba tan descabellado. Lo que siguió fue un huracán emocional: celos y tal grado de angustia, que le generaba dolor de estómago, llantos constantes o peleas a la menor provocación. Intentó poner reglas, pero cambiaban con tanta frecuencia que terminaron siendo negociaciones. Hoy lleva ocho años con su primera pareja: los primeros seis fueron en relación monógama, los dos restantes en poliamor (él, ella y su novia; ella, él y otra novia).

Esta es la historia de Brenda Mariana Montes, fundadora del grupo de Polifeminismo de la Ciudad de México. El concepto es nuevo, sus reuniones iniciaron hace menos de medio año. Se desprendió del grupo virtual Poliamor Valle de México en Facebook, que cuenta con más de mil 500 integrantes. «Somos un espacio para poder hacer una autocrítica desde una visión feminista de nuestras relaciones y los tejidos que vamos conformando con todos nuestros vínculos afectivos, sexuales y sexoafectivos dentro de la comunidad poliamorosa y de no-monogamia», se lee en la descripción del proyecto.

También puedes leer: Una fábrica de juguetes para niños grandes??

Las advertencias para quien quiera adentrarse en una relación polifeminista son: no es para todos; te obligará a cuestionarte todo lo que conoces sobre el amor, deseo, sexo y género, confianza y celos; y es posible que no aguantes y lo dejes en cuestión de meses. ¿Es una experiencia, un camino o una parada, una disidencia al amor romántico y al machismo, o un estilo de vida? Es, para aquellos que deciden probarlo, todo al mismo tiempo.

Para entender cómo nació este grupo es necesario dar un paso atrás y preguntarnos: ¿qué es el poliamor, cómo funciona y por qué puede ser ideal para comportamientos machistas?

Tener relaciones sexuales y/o de afecto con más de una pareja es una práctica queexiste desde tiempos ancestrales, «en sociedades de África, Europa y Asia, entre la religión mormónica y (…) en la cultura árabe y musulmana», explica el Dr. Ayman Al-shboul, de la Universidad Yarmouk (Jordania) en su ensayo “Memorias de poligamia”, una perspectiva antropológica. Como tal, el término “poliamor” se le atribuye a Morning Glory Zell-Ravenheart, una sacerdotisa pagana, que usó la palabra en 1990.

También échale un ojo: Chambear como actriz porno

«El poliamor se desprende del amor libre, este incluye todas las dinámicas no monógamas: swinger, relaciones abiertas, amor confluente, etc.», explica Mariana. «El grupo de Polifeminismo nació porque en estas dinámicas pueden reproducirse roles machistas, en el poliamor nos preocupa porque es importante la equidad para todos los involucrados».

El machismo en el grupo de Poliamor de Facebook era latente, cuenta Mariana. Un ejemplo es la concepción del unicornio: en el centro poliamoroso se entiende como unicornio a la tercera persona que se une a una pareja. En el grupo con frecuencia se buscaba a chicas bisexuales bajo la falsa creencia de que es más fácil “adaptarla” a las necesidades de la relación. También abundaban los polifakes, personas que se dicen poliamorosas sólo para ligar sin tener un proceso de deconstrucción. En los casos más extremos, se buscaba y seleccionaba a chicas con características determinadas para una relación o, incluso, para vivir en la casa de otra pareja.

«Puede existir el poliamor sin perspectiva de género, pero creemos que se corre el riesgo de replicar el modelo de la monogamia en el que las mujeres se relegan, el hombre hace lo que quiera y ella acepta. El tema es que aquí se alimenta a toda una cadena», cuenta Mariana.

El grupo lo iniciaron ocho personas y hoy acuden a las reuniones —en las que se discuten problemas de la comunidad poliamorosa con perspectiva de género— más de 50. Puede unirse quien quiera, la única regla es estar dispuesto desde el principio a cuestionar el amor romántico, la monogamia y el machismo presente en todas las relaciones de pareja (o parejas).

También checa: Coger en la vejez