¿Recuerdas cuando te ibas de pinta de la escuela a estos lugares chilangos cuando eras morrito? Si después de hacer memoria contaste esas veces con los dedos de una mano y te sobraron… te hizo falta un poquito de calle. Pero no te preocupes, todavía puedes hacer las paces con el morrito malportado estudiantil que llevas dentro de esa botarga godinezca y chance en un día libre hasta te lanzas. ¡Por los buenos (y rucos) tiempos!

Acuérdate de lo que era portarse un poquitititito mal cuando no estabas taaan grande, como para ya ir en la Secu, pero tampoco taaaan chiquito: algo así como entre 5to y 6to de Primaria. Ese subidón que te daba el “irte de pinta” y sentir la lozana adrenalina correr por tus venas de chavito.

Saca lápiz y cuaderno y pon atención a esta lista de lugares de pinta porque van calados, van garantizados por tu escuelita favorita: Escuela Chilango.

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El pintoresco arte de irse de pinta a “la plaza”

Sí, antes cuando eras morrito noventero de escuela no le decían “centros comerciales”, a estos lugares les decían ¡plazas! En esas escapaditas de pinta cuando te ausentaste de la escuela seguro te fuiste a dar el rol a “la plaza” que te quedaba más cerca. Pero, ya honestamente, ¿qué se hacía en la plaza? (Y esto aplica para todas las plazas por ejemplo: Perisur, Galerías Coapa, Plaza Satélite, Plaza Universidad y Centro Comercial Santa Fe, por solo mencionar algunas).

De tanto dar vueltas en círculos —sin dinero, y sin saber qué hacer— seguro le causaste ternura a los adultos que deambulaban en esos horarios matutinos. Pero la mente es creativa, y vaya que eras creativo de morrito, así que dinero nunca te hizo falta para pasártela bien. Dicen que “recordar es volver a vivir” (sí, ya estás en edad de decir eso), así que aquí te van estos recuerditos.

Acuérdate cuando:

  • Te subías a las escaleras eléctricas una y otra vez para ver si ligabas con alguien.
  • Ibas al Recórcholis a gastarte tus domingos en maquinitas.
  • Te probabas TODOS los accesorios de A+A fantaseando en comprarlos algún día.
  • Te clavabas de “a grapa” en el cine cuando no estaba el que checaba los boletos.
  • Escuchabas tus cd’s favoritos en Mix Up (y ligabas).
  • Te parabas enfrente de las revistas de Sanborns (y ligabas).
  • Básicamente sólo ibas a la plaza a… ligar.

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El temerario oficio de volártela para ir al “parque de diversiones”

Aquí sí aplicaba sacar tu “guardadito” de domingos, o sacar ese varito que tu abuelita te regalaba dentro de una tarjeta de cumpleaños. ¡Nada como irte de pinta a un parque de diversiones chilango! ¿Recuerdas cuál era tu favorito? Basado en tu experiencia, responde lo siguiente: ¿cuál era la Casa del Terror más terrorífica?

Tú y tus amigos seguramente tuvieron que tomar entre 2 y 3 peseros para poder llegar a estos parques de diversiones, pero ya cuando estabas en la fila de la montaña rusa y listo para gritar ¡sabías que estos eran de tus lugares favoritos para irte de pinta de la escuela! ¡No más clase de Español ni de Mate en un martes a las 11 de la mañana! ¡Y sí a un día de pinta con tus valedores!

Qué tiempos aquellos cuando:

  • Reino Aventura no se llamaba Six Flags y morías por ir a saludar a Keiko (¡y mojarte en el Río Salvaje!).
  • Disfrutabas que había ¡cero filas! en la Mansión de la Llorona.
  • Te subías “al Escorpión” una y otra vez sin que tu mamá te lo prohibiera por peligroso.
  • Te parabas de tu asiento en la Montaña Rusa de madera de la Feria de Chapultepec (¡qué bueno que nunca tuviste un accidente letal).
  • Clandestinamente te ponías de puntitas para que te dejaran subir al “Skycoaster” de Divertido.
  • Siempre visitabas a la enorme mujer Alicia.
  • Salías con quemaduras de segundo grado en los brazos por subirte al tobogán gigante de costales.
  • Te hiciste un poquito de pipí cuando te asustaron en la Casa del Terror de Divertido (era la mejor, ¿verdad?).

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Porque la música también era importante, lee acerca de: Bandas mexicanas que se conocieron en la escuela.


El místico viaje que emprendías hacia las “zonas boscosas chilangas”

Estas ya eran aventuras de pinta en lugares un poquito más extremos y lejanos, pero seguro que si te dices chilango, por lo menos una vez en tu vida, como pupilo de escuela, lo hiciste! Estas “pintitas” a las zonas boscosas y parques de la CDMX eran más bien escapaditas románticas con tu primer amor de salón. ¡Seguro en uno de estos lugares tuviste tus primeras experiencias de tierno “apachurro” calenturiento!

Recuerdas la vez que:

  • Llegaste al Ajusco por milagro después de un largo viaje desde el Estadio Azteca.
  • Quisiste confesarle que te gustaba en el Parque de los Venados Acariciables.
  • Probaste suerte llevando a tu amor juvenil por fresas con crema a la Marquesa.
  • Te robaron tu primer beso en una banca de la Alameda Central.
  • Te quisiste ver más barrio y le enseñaste cómo andar en patineta en el Bosque de Aragón.
  • Romancearon tiernamente en las “lanchas-cisne” del Lago de Chapul.
  • Te dieron tus primeras flores frente al reloj del Parque Hundido.
  • Paseaste por Los Viveros de Coyoacán, con chocolate del Moro en la mano (para celebrar que cumplieron su primera semana de “andar”).

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Si reviviste todos esos momentos gracias a este paseo nostlálgico por tu memoria y recordaste todos esos lugares a donde (seguro) te fuiste de pinta cuando eras morrito de escuela, deja salir la lagrimita porque ya estás ruquito y sensible. Y tú… ¿Qué lugares de pinta agregarías a esta lista? No te vayas sin antes recordar las series y telenovelas que veíamos en los 90 después de la escuela.