¿Por dónde nací?, ¿cómo se hace un bebé?, ¿por qué sale sangre de las mujeres?, ¿qué se siente dar un beso?, ¿cómo sabes si estás listo para una relación sexual?, ¿por qué hay condones de sabores?, ¿qué es la pornografía?, ¿cómo sabe una persona si es gay?, ¿qué harías si estuviera embarazada?…

Desde la infancia y a lo largo del caminar en la vida, las personas tienen muchísimas preguntas sobre sexualidad. Algunas de ellas representan un reto para sus familias, pues son complejas de explicar. ¿Quién las está respondiendo?, ¿quién debería hacerlo? En pocas palabras: ¿quién está educando en sexualidad?

DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN

La mayoría de nosotros pertenecemos a una generación que fue educada por el silencio. Desde temprana edad intuíamos que había temas de los que no podíamos hablar en casa y mucho menos en la escuela. Hay quien dice que la “inocencia” de esos tiempos duraba más. Tal vez tenga algo de verdad, no existía el bombardeo de información de hoy, nuestras familias tenían más control sobre lo que querían que supiéramos; pero no nos mintamos, no fue fácil. Para muchos fue muy angustiante enfrentarse a los cambios de su cuerpo o a la menstruación sin tener idea de qué les estaba pasando.

Y ni hablar del miedo y el desconocimiento que nos acompañaba en la toma de decisiones en los primeros encuentros con el otro, el primer beso, las primeras caricias. Ni para qué mencionar las situaciones de abuso que muchos sufrimos en el destierro de lo que no se nombra.

Hoy en día, el tiempo en el que la infancia está creciendo es distinto. Nosotros también lo somos, ya vivimos lo doloroso que fue enfrentarnos a muchas realidades sin contar con información ni herramientas, y no quisiéramos que nuestros hijos e hijas pasaran por lo mismo.

Por otro lado, nuestras familias no tuvieron que enfrentar los retos de educar que existen actualmente. Ellas podían guardar silencio en muchos temas pues había escasas posibilidades de que estos temas nos llegara por otras fuentes. Nosotros no. Muchas veces vamos contra corriente, antes de que intentemos hablar con nuestros hijos, estos ya están inundados de información que rebasa, por mucho, lo que deberían de saber en determinadas edades. La tecnología representa un reto enorme ya que ahora, si un niño tiene alguna duda, le basta con teclear en la computadora para obtener una respuesta, con el riesgo que eso conlleva.

¿CÓMO APRENDEN NUESTRAS INFANCIAS?

A veces ni siquiera están buscando información, tan sólo están viendo una película, una serie, o jugando un videojuego. Las pantallas también educan en sexualidad, plantean una visión sobre lo que es la amistad, el noviazgo, la intimidad, ser hombre o mujer y lo que se debe o no vivir acorde a ello. Al navegar en el mundo virtual, cualquiera puede encontrarse con pornografía. Hay estudios que indican que esta es la primera fuente de formación en temas de sexualidad, que llega mucho antes que el diálogo de familias o instituciones educativas, y les muestra una visión del placer muchas veces ligada a la violencia.

Nueve años es la edad promedio en la que entran en contacto con ella. Esta va moldeando su visión, estableciendo en ellos ideas de cómo es la vivencia erótica, enviando mensajes poderosos: la mujer siempre dispuesta, como objeto de uso, la relación sexual centrada en la satisfacción masculina, la violencia implícita en su discurso. Nuestra mirada de adultos y experiencias de vida nos permiten dimensionar las imágenes, a ellos no.

Muchas veces tenemos que ayudarles a acomodar la información a la que tuvieron acceso, invitándolos a desaprender creencias que consumieron en los medios o incluso intentar borrar las imágenes desagradables que se instalaron en sus mentes. El reto de educar en sexualidad es ayudarles a entender cosas cada vez más complejas y a edades cada vez más tempranas, sin violentar su desarrollo.

Es tarea grande, a la que no todos estamos haciendo frente. Sólo el 20% de los adolescentes del país indica que habla de sexualidad con su familia, y son muy pocas las escuelas que cuentan con un programa de educación sexual integral en su comunidad, a pesar de que México es firmante del Consenso de Montevideo, que compromete al Estado a brindar educación sexual integral en sus centros educativos.

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EL SILENCIO NO EDUCA

El riesgo que implica el no abordar estos temas es enorme. Si no se les brinda la información sobre sexualidad, alguien más lo hará y no será un discurso que esté acorde a lo que consideremos importante, valioso o verdadero. Tomemos en cuanta también que pequeños, inocentes y vulnerables, son el blanco perfecto para un abusador sexual, que nuestro silencio y renuencia a que se aborden estos temas en la escuela y en la casa solo les ofrenda a nuestros hijos en bandeja de plata.

México tiene el primer lugar de embarazo adolescente en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), representando el 20% de los nacimientos del país, tristemente el 30% de ellos son producto de una violación. Según esta organización, también ocupamos el primer deshonroso lugar en abuso sexual infantil con 5.4 millones de casos por año, lo que significa que cada minuto, diez niños están sufriendo ese infierno. Y podríamos seguir con la lista interminable de pendientes y retos que debemos afrontar.

EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL (ESI) PARA LA VIDA

La educación sexual integral es la única respuesta que presenta una solución viable, y debe empezar lo más temprano posible en la vida. Por ello, es importante resaltar que entre más personas intervengamos y lo hagamos con información científica y de una manera integral mejor, pues más referentes tendrán niños, niñas y adolescentes para acercarse al conocimiento y tomar decisiones asertivas. De ahí que sea fundamental que las familias no renuncien a su obligación de hacerlo y que las escuelas hagan lo propio. Finalmente, es ahí en donde nuestros hijos pasan la mitad de su día a día. Cualquier escuela que presuma brindar educación de calidad debe contemplar también esta area de la vida.

En nuestro país aún existe la idea de que hablar sobre sexualidad con los menores “les quita la inocencia” o los “adelanta”, cuando existe evidencia científica de que es en realidad lo contrario. Se ha demostrado que un programa de sexualidad integral tiene como resultado la formación de personas asertivas, reflexivas, empáticas, respetuosas y con capacidad para protegerse y decir no. Incluso suelen postergar el inicio de la vida sexual, hablan claramente sobre lo que desean, saben cómo evitar un embarazo no deseado y también se alejan de conductas que los coloquen en riesgo.

EDUCACION SEXUAL INTEGRAL, TAREA DE TODOS

Todo programa de educación sexual integral debe contar con información científica y objetiva, además de trabajar con una metodología participativa que permita a los menores integrar aspectos físicos, emocionales, intelecutales y sociales de su sexualidad. De la misma manera, resulta fundamental ayudarles a construir una visión positiva y enriquecedora de la misma, en donde esté presente la tolerancia, la empatía y el respeto.

La finalidad es que vivan una sexualidad plena, placentera y libre de violencia, en la que adquieran destrezas para la toma de decisiones hoy y en el futuro. A eso me he dedicado los últimos 20 años, en Asesoría Educativa y Prevención, mejor conocida como Sexualidad Ati, en donde contamos con un programa de educación sexual integral desde los cuatro años en adelante. Brindamos capacitación a escuelas y a familias para abordar el tema de manera asertiva.

La educación sexual es una tarea que no es posible hacer en solitario. Es indispensable construir un tejido social que lo permita. Juntos debbemos buscar una alianza entre familias y escuelas que genere una red de seguridad alrededor de la infancia. Es la apuesta para un futuro de esperanza. Y tu escuela, ¿cuenta con un programa de sexualidad?

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ESI: ALGUNOS RECURSOS A TU ALCANCE

Por: Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB)

Te compartimos tres proyectos sobre ESI que no te puedes perder:

  1. Pancha TV (www.tiktok.com/@redefine.mx)
    “PANCHA TV” es un proyecto de REDefine México que brinda información sobre educación sexual laica y confiable para adolescentes en un formato accesible, divertido y amigable.

  1. Amaze https://amaze.org/es/
    Plataforma de educación integral en sexualidad para ayudar a resolver dudas sobre el cuerpo, sexo y relaciones para niñas, niños y adolescentes de 10 a 14 años.

  1. Educar EIS https://t.me/educarEIS
    Canal de Telegram de la Coalición Mexicana LGBTTTI+ en el que se comparten cápsulas didácticas para docentes y personas interesadas sobre educación integral en sexualidad.

Este contenido es parte de “Compás, encuentra la escuela para tí – Guía de primarias 2022”, la edición especial de enero de Chilango. Encontrar escuela nunca fue tan fácil. A partir del 10 de enero, te invitamos a buscar tu Compás en Starbucks, Sanborns, puestos de revistas y aeropuerto. Lee nuestros especiales online aquí o visita nuestro sitio web: compas.lat