La madrugada del 24 de octubre tres niños indígenas (Julio, Adelaido y Carolina) desaparecieron tras salir de su domicilio, ubicado en Tultitlán, Estado de México, rumbo a Tacuba, en la Ciudad de México.

Los tres menores salieron como todos los días para vender tamales en la CDMX, actividad de la que se mantiene esta familia indígena, originaria de Chenalhó, Chiapas.

De acuerdo con una investigación de Animal Político, debido a la situación de pobreza que vive esta familia, cuyos integrantes no saben leer ni escribir, los tres niños se ven en la necesidad de partir cada día a realizar la venta de tamales, mientras que su hermana mayor va por otro rumbo. En casa, la mamá de estos menores se queda preparando la vendimia del día siguiente.

Natalia, la mayor de los hermanos, aseguró que la desaparición ya fue denunciada ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, ante la Procuraduría General de Justicia de la CDMX y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Sin embargo, a casi una semana de la desaparición de los tres niños indígenas, las autoridades no les han dicho nada a los familiares.

Hasta ahora, la única acción que tomó la Fiscalía mexiquense es el inicio al protocolo Alerta Amber para la búsqueda de Julio, Carolina y Adelaido.

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Lanzan Alerta Amber por los tres niños indígenas desaparecidos

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