A seis años del nacimiento de  la Roma Records, su fundador revela los obstáculos más grandes que han tenido que enfrentar y los retos que están por venir. 

Después de buscar en el estante de vinilos, César elige los últimos dos para su colección: un 12 pulgadas de los Beastie Boys que contiene “Body Movin’” y un remix inédito de “Freedom”, a cargo de George Michael. César Sánchez Olín comenzó en el negocio de la música debido a su devoción por el coleccionismo, incluso visitando varias regiones del planeta, para encontrar alguna placa inédita difícil de conseguir en otra locación: “Soy coleccionista de discos, me la pasé en tiendas del mundo, de ahí nació mi inquietud por abrir mi tienda”.

Sobre los vinilos, relata: “Siempre sorprenden porque es más personal y a veces tienen un lado b que se convierte en algo legendario”. Esa misma pasión con la que describe un disco, fue la misma que lo llevó a abrir una tienda especializada en LPs, vinilos y tornamesas: La Roma Records, ubicada en la esquina de Álvaro Obregón y Monterrey, en la Colonia Roma. Hoy, en la calle de Durango, a solo unas cuadras, un día después de la apertura de la primera sucursal, pero con seis años de diferencia, se inaugura un nuevo espacio.

A diferencia de su hermana, esta sede se enfoca en los audiófilos:  “Los discos son tantos que ya no caben. En esta tienda tenemos un área especial de remixes, vendemos accesorios y equipo especializado, tornamesas, material… No es una extensión sino un lugar especializado para los amantes de la música”.  Para la Roma Records y Sánchez Olín, esta apertura representa una batalla dura de ganar. Tan solo en 2017, el consumo de vinilos creció un 22% en todo el mundo, de acuerdo con la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), contra el 54% en ventas de la música en formato digital. Las plataformas de streaming ganan el terreno a paso apresurado.  

La Roma Records cumple seis años en la CDMX

Además de sumar un sello discográfico, dos tiendas en la Ciudad de México y otra más en Sudamérica la Roma Records en Bogotá funciona como puente entre México y Colombia para la escena musical. El último disco que sellaron fue el de la agrupación Las Pirañas, fusión de cumbia y psicodelia que enaltece las raíces latinas, rompiendo las fronteras con un lugar común: el disfrute musical.

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Pero en este negocio —como todos los que nacen con el propósito de servir a los demás—, “nada fue planeado, se dio solito sobre la marcha”. El sello discográfico cuenta con 13 discos editados sin otro objetivo que ”difundir la música de muchas bandas independientes, ayudar a que crezca la escena Nos hemos vuelto este punto de enlace con las bandas y los fans para que puedan conseguir un disco físico”.

Roma Records

Foto: Leonardo Pérez.

A propósito de la firma en terrenos latinoamericanos, César narra la experiencia de abrir una tienda en Colombia donde el LP es difícil de conseguir (y de pagar):

“Al principio tenía una forma de operar en la tienda de México y pensé que Colombia funcionaria igual, pero sobre la marcha aprendí a operar. La tienda va de maravilla. De repente hay que jalar los recursos económicos para financiar proyectos, una compañía grande hace 40 discos al año, nosotros en promedio uno, para el proyecto es un gran esfuerzo”.

Internacionalización del sonido en la Roma Records 

El LP —al igual que un libro de pasta dura— es objeto de deseo, de colección. Quizá, en el mejor de los casos, un instrumento para conocer la historia de la humanidad. Para los melómanos es difícil explicar el coleccionismo: “El formato de 12 pulgadas reafirma la sensación de poseer el disco en físico y hace que la acumulación se convierta en una experiencia similar a la de los bibliófilos al conseguir una edición rara de su autor favorito”.

El sonido que emite la tornamesa al colocar la aguja sobre las 12 pulgadas solo puede ser equiparado al olor de un libro nuevo. Ambos objetos pueden liberar algo que los coleccionistas aprecian con el tiempo: memorias.

“Bandas independientes o con cierta fama, se esfuerzan por igual en lanzar formatos físicos. Por ejemplo, el nuevo disco de los Rolling Stones se disfruta más en vinilo por excelencia. Estos formatos incluyen B sides que se vuelven legendarios con el tiempo, al no aparecer las pistas en un CD. Por eso gustan, por eso se añoran”.  

Rincón melómano

La música es cultura en la Roma Records

La puerta roja por la que se entra a la tienda resguarda una biblioteca musical que se ha convertido en el epicentro de la escena independiente en la ciudad. La Roma Records tiene un lado A y un lado B: no se trata solo de una tienda que vende material de culto, sino de una plataforma que impulsa a las bandas emergentes para que publiquen su primer disco. Para que el melómano se enamore. O para que las nuevas generaciones detengan el tiempo. Casualmente “Freedom”, el LP de George Michael que César eligió, tiene un mensaje que puede reflejar perfectamente el espíritu de la tienda: hay que tener un poco de fe en el sonido.

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