Todo el mundo la conoce, unxs la aman, otrxs la rechazan. En pleno 2022 sigue rodeada de prejuicios, y en medio de una regulación confusa que no acaba de despuntar. Lo cierto es que la Marihuana ha estado presente en la historia y la cultura popular mexicana desde la llegada de los conquistadores. Sea como sea este es un año perfecto para hacer; Porrón y cuenta nueva

Su consumo con fines lúdicos y curativos ha persistido con el paso del tiempo. Ya sea que te eches un porrito por gusto o busques un remedio medicinal; te traemos esta lista de propósitos para que puedas apreciar esta planta desde otro punto de vista. Además aprendas más sobre ella y la consumas con responsabilidad. 

*Este texto es informativo y no condona ni pretende incentivar el uso de ninguna sustancia psicoactiva

1. Conoce tu sustancia

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Antes de consumir cannabis –o cualquier otra sustancia–; es importante saber qué va a ingresar a tu cuerpo, los efectos que tendrá. Así como la duración de los mismos. Según Scientific American, la planta tiene 500 componentes químicos identificados. Más de 100  de ellos, cannabinoides, entre los que destacan; el Cannabidiol (CBD) y el Tetrahidrocannabinol (THC); cuando te echas un gallo, estos “interactúan con una red de comunicación natural en nuestro cerebro y cuerpo, el sistema endocannabinoide”. Dando como resultado desde sensaciones de euforia y placer hasta cambios en las funciones gastrointestinales; los niveles de apetito, la capacidad de movimiento y en algunos casos angustia y paranoia.

Por ello te sugerimos informarte previamente antes de consumir, hacerlo en un ambiente tranquilo y seguro, con personas de confianza y, si se puede, con un trip sitter es decir, una persona sobria que pueda ayudarte o tranquilizarte en caso de que lo requieras.

 2. Conoce tus derechos…y tus obligaciones

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Las personas que consumidoras de cannabis tienen derechos y obligaciones claras; tienen derecho a no ser discriminados y, de ocurrir un evento de este tipo, pueden acudir a la CNDH y al CONAPRED. También cuentan con el derecho a la salud; a un debido proceso, asesoría jurídica y sobre todo, al libre desarrollo de la personalidad. En cuanto a las obligaciones; aún no está permitido fumar en espacios públicos, hacerlo te pone en riesgo. Aunque la portación permitida actualmente para uso personal es de 28 gramos (una onza), no te exime de multas y sanciones penales... Aguadxs valedorxs.

Si quieres participar más activamente en la lucha por la regulación puedes unirte a colectivos como Regulación por la paz. Organismo que lucha por la protección de los derechos y la reducción de daños. Además te orientan para tramitar tu permiso de cultivo.

3. Monitorea tus hábitos

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Además de informarte, es importante monitorear tus hábitos constantemente. El consumo de cannabis puede tener consecuencias positivas o negativas; dependiendo de la frecuencia de uso, así como la cantidad y calidad. Si notas indicios de consumo problemático como; deseos intensos e incontrolables de fumar, irritabilidad, angustia por no hacerlo; o que simplemente ya no tienes sensación de bienestar al ingerirla y si esto interfiere con tu rutina, es momento de pedir asesoría profesional para que te den apoyo y seguimiento. 

En el caso de que no consumas, pero quieras ayudar a alguien, recuerda que no se puede forzar a ninguna persona. Mucho menos llevarla a un lugar no regulado; sin personal capacitado y donde podría vulnerarse su bienestar y sus derechos. Además, es muy probable que al ser obligadx el tratamiento no funcione.

4. Busca otra formas de consumo

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Información de Medical News Today señala que echarte tus fumes también puede causar daños en los pulmones. Esto se debe al proceso de combustión, pues el humo del cannabis contiene muchas de las mismas toxinas; irritantes y carcinógenos que el de tabaco. Fumar incrementa los riesgos de padecer cáncer de pulmón, tos crónica y dificultades para respirar. Puedes probar por medio de extracto en gotas y comestibles, pero, ¡aguas! Empieza de a poco, ya que mientras que fumando el efecto se siente en minutos; con los edibles puede transcurrir desde una a tres horas. Lo que hace que mucha gente exceda la dosis porque “ese p*nche brownie ni pega” lo que puede causar vómito, náuseas y malestar. Un malviaje que definitivamente no necesitas

Si usas algún extracto en gotas, ya sea CBD o espectro completo (CBD Y THC) empieza por la dosis más baja y asegúrate de mantener estos productos lejos de niñxs y mascotas.

5. Elimina prejuicios

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Consumas o no, es momento de plantearte si tus ideas con respecto al cannabis, están bien fundamentadas o, basadas en clichés. La cultura de la prohibición e ideas boomers. Si crees que es una sustancia que solo usan personas “perdidas en la vida” y que tú eres mejor porque “no necesitas nada”. O que la mejor solución es encarcelar a lxs usuarixs problemáticos en vez de brindarles opciones de tratamiento; lo que te hace falta es una buena dosis de información. 

Los beneficios terapéuticos del cannabis en materia de dolor crónico; paliativo para pacientes con cáncer, manejo de ansiedad y mejorar la calidad de sueño, están estudiados y comprobados. La bandita consumidora también se vuela la barda y afirma que no hay ningún riesgo “porque es natural”; cuando sabemos que si los hay. Esperamos que este año quienes están a favor y en contra vean a la cannabis tal y como es; una planta con efectos psicoactivos cuyo uso depende de cada persona, de la dosis empleada y la intención con la que lo hagas.

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