Hideo Kojima, creador de la famosa serie de Metal Gear, se atreve en una aventura que se aleja del sigilo y se convierte en un ‘hack and slash’, en asociación con el estudio Platinum Games. Pero, ¿realmente Kojima logró crear un gran videojuego?

Revengeance nos cuenta la historia de Raiden, un emblemático personaje del videojuego, cuyo cabello ya presenta muchas canas (como dice la canción), a 4 años del final de Metal Gear Solid 4.

Raiden, un ninja con movimientos que ya quisieran en la mejor película de acción, forma parte de Maverick, una compañía privada de soldados que tendrá que enfrentarse a una facción que desea retomar la guerra como método de generar ganancias y, básicamente, de vivir.

A pesar de que la trama podría parecer sencilla, lo que vemos a lo largo del título son intrigas, traiciones y giros de tuerca que nos muestran la mano de Kojima, como un excelente narrador de historias, sin importar si sólo ve ‘de lejitos’ la producción de un videojuego.

Lo bueno

La pupila jamás deja regocijarse por las cosas que aparecen en la pantalla: explosiones, saltos alejados de la realidad, una cámara lenta que te hace cortar en más de 1,000 pedazos (literal) a tus enemigos, todo esto aderezado con los característicos (y larguísimos) videos, hacen que el parpadeo se vuelva un mal necesario al jugar este título.

Algo que nos llamó mucha la atención fue el guión del videojuego: a pesar de que algunas veces se siente un tanto plano, se siente mucho la tensión entre los personajes y la profundidad de la trama.

¿Hay algo malo?

Un punto negativo del título es que el personaje se siente demasiado poderoso para su entorno: el total del juego puede ser terminado en poco más de 7 horas y aunque puedes jugar algunas misiones extras, el famoso ‘replay-value’ que existe en el título es poco.

¿Y entonces?

Kojima cumple con creces de hacer un juego diferente, que emociona e impacta visualmente; el visionario japonés hace juegos entretenidos y en eso no hay quien le reclame.

Publica: Konami

Desarrolla: Platinum Games

Plataformas: Xbox 360 y PlayStation 3