¿Quién soy?
No recuerdo dónde, vi la película de Nadia Comaneci, ese día decidí que quería ser gimnasta olímpica. Tenía 7 u 8 años. Obligué a mis padres a que me inscribieran a la "Academia Ludskanov". A partir de ese día me dediqué a un entrenamiento de 4 a 5 horas diarias. Logré entrar a la selección, me entregaron mi payasito negro, con el que soñaba todos los días. Me fracturé casi todos los dedos de las manos. Ya era segundo lugar, primero en "manos libres" como Nadia.

Otro año, otra competencia, y yo con 40 de calentura. Hice mi ejercicio de la viga perfecto, y a la hora de mi salida triunfal, tropecé con los colchones que se suponía tenían que amortiguar la caída. Con mi tobillo derecho roto insistí en continuar. Imposible. Me llevaron a un hospital y mi carrera como gimnasta terminó. Obligada a permanecer en cama seis semanas, empecé a leer. De regreso a la escuela, me tuve que encontrar otra forma de volverme popular, y lo hice escribiendo cartas de rompimiento para mis amigas. No confundas la magnesia con la gimnasia—
Twitter: @tatalalata

¿A quién está dedicado este poeminuto?
Está dedicado a hermano.

Un secreto
Mi segundo nombre es Rose.