Laboratorio. 1. m. Lugar dotado de los instrumentos para llevar a cabo la investigación, experimentación y práctica de trabajos científicos o técnicos. 

Entre las iglesias y casonas coloniales que rodean la Alameda Central se encuentra un laboratorio único en su tipo que experimenta con el arte contemporáneo. Sobre la calle Dr. Mora, a un pasito de la icónica ex esquina del Café Trevi —No te tenías que ir, cainal—, está el Laboratorio Arte Alameda, un espacio cultural donde converge la arquitectura barroca, el arte y la tecnología.

Quizás te parezca una combinación algo extraña, pero funciona bastante bien. Cada exposición invita a la introspección, no sólo por las piezas artísticas, también por la interacción de estas con su entorno: el contraste del inmueble con las instalaciones llenas de tecnología se convierte en una reflexión del presente. Además, regularmente tienen algunas salas donde los visitantes pueden interactuar. ¿Estás listo para maravillarte?

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De convento a espacio artístico

Al llegar al Arte Alameda lo primero que sorprende es su arquitectura. Como la mayoría de los museos en el Centro, este inmueble antiguamente era un convento. Fray Pedro del Monte, de la orden de los dieguinos, inició su construcción en 1591 utilizando parte del terreno del tianguis de San Hipólito —justo donde se encuentra la iglesia de San Juditas se ponía un popular tianguis durante la época prehispánica— y fue terminado dos años después.

Por varios años el convento fue ocupado por los frailes dieguinos y fue sede de las ejecuciones que realizaba el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en México. ¡Khé! Así como lo lees, frente al templo, a pleno ojo público, la Inquisición quemaba a los acusados, incluso en la fachada hay una placa que menciona esto.

La oscura historia del convento cesó en 1771 debido a la ampliación de la Alameda y continuó siendo sólo un templo. Eso sí, sufrió algunas adecucaciones, parte de su claustro fue destruido para continuar los trabajos de la explanada. La fachada neoclásica que vemos hoy en día fue construida a principios del siglo XX, mientras que las calles circundantes aparecieron hasta 1861. Los dieguinos fueron expulsados y el inmueble dio un giro como sitio de entretenimiento, ya que fungió como teatro y salón de baile.

Ya entrados en la época moderna, por ahí de 1964 el expresidente Adolfo López Mateos transformó el espacio en la Pinacoteca Nacional. ¿¡La pinaco… qué!? Básicamente un espacio destinado a la conservación y exposición de obras pictóricas. Aquí se exhibían algunas obras virreinales muy importantes, pero para el 2000 estas piezas se mudaron a otro consentido, el MUNAL, y en este ex convento comenzó la historia de nuestro querido Laboratorio Arte Alameda. 

Exposiciones interactivas, sensoriales y loquísimas

¿Pero qué hace tan especial a este museo? Una de las características que hace único al Arte Alameda son sus exposiciones. El espacio está abierto para artistas, nacionales e internaciones, interesados en incorporar la ciencia y tecnología en sus trabajos. El resultado de esto son abordajes poco convencionales a temáticas como la sobrepoblación, migración, alimentación o racismo.

Aquí llevan a cabo la investigación, experimentación y creación de prácticas artísticas, así que no entra en la catalogación de un museo o galería, sino un verdadero laboratorio. Esto mismo los convierte en un lugar innovador pera repensar el arte. Olvídate de las exhibiciones tradicionales, aquí emplean todos los recursos que imagines: desde físicos, hasta digitales, para construir instalaciones que rompen los paradigmas del arte.

Eso no es todo, cada una de las exposiciones está pensada en torno al espacio, o sea, el inmueble mismo. La capilla, el claustro, el coro y hasta el altar del ex convento dotan de una perspectiva mística a las exposiciones; mientras que la construcción cerrada con techo cóncavo generan una acústica que te mantiene inmerso en las exposiciones.

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Generar diálogo en torno al arte.

La construcción de nuevos discursos en torno al arte no acaba en los espacios museísticos o dedicados a su difusión. Por ello el Laboratorio Arte Alameda lleva sus reflexiones a diversas actividades como ciclos de video, conciertos, conferencias, talleres, conversatorios y hasta cenas —sí, las han incorporado en su repertorio— para compartir ideas y generar el diálogo entre los participantes.

Laboratorio de Arte Alameda es una chulada, ya sea que lo visites por su arquitectura, una exposición en específico o porque te lo encontraste caminando por el centro, este espacio seguro te sorprenderá. 


Dónde: Dr. Mora #7, Centro Histórico.

Cuándo: Mar-Dom 9-17 h

Costo: $35 entrada general. Gratuito a profesores, estudiantes, adultos mayores a 60 años y niños menores de 13 años con credencial vigente.

Instagram: @artealameda