Tenemos un elemento cableado en el cerebro que nos hace interesarnos en lo oscuro, lo provocador, lo que no es aceptado.Por alguna razón buscamos esos dominios compulsivamente”, así nos respondeNaief Yehya cuando le preguntamos sobre las posibilidades de que, ante una enorme apertura sexual,la pornografía pueda dejar de escandalizar, de ser censurada.

Y es que ver porno ha dejado de ser un motivo de señalización. Y hasta de vergüenza. Actualmente no solo podemos hablar de pornografía con libertad, también podemos comprarla (o verla gratis) y hasta hacerla. Pero detengámonos un poco, porque no sólo estamos olvidando la condición moral que atañe a un porcentaje de la población mexicana y del mundo que vive y corre a lo largo del 2013, sino que como el porno responde a los dictados de la imaginación humana y la imaginación humanadesconoce el significado de la palabra “límite”, lo que el porno está haciendo es expandirse y “abrir más posibilidades”.

En Pornocultura. El espectro de la violencia sexualizada en los medios, Yehyarecorre la historia del porno y de la violencia, iniciando por las primeras obras que buscaban provocar un efecto de excitación, pasando por la proliferación masiva de la sexualización en la cultura y el entretenimiento, hasta llegar a las “representaciones de violencia explícita y la multiplicación de registros de violencia real en expresiones sexuales que pueden encontrarse en la red”.

Para la realización de este ensayo, el escritor estudió los primeros cómics, las primeras revistas masculinas, la censura en la industria del cine norteamericana, los filmes mondo, el sadomasoquismo, el snuff, la hipersexualidad.

Naief Yehya nació en el Distrito Federal en 1963, su padre esde Siria y su madre tiene origen libanés. Estudióingeniería industrial en la UNAM; sin embargo se ha dedicado a las letras como ensayista, investigador, columnista ycrítico cultural.Actualmente vive en Nueva York, desde donde viajóla semana pasada a nuestra ciudad para presentar el libro Pornocultura: el espectro de la violencia sexualizada en los medios. (Tusquets Editores, 2013).

15 Ideas sobre pornografía, selfies, pornovenganza y Pornocultura, segúnNaief Yehya

1. La pornografía no está avanzando a ningún lado sino que está integrando más fetiches dentro de su ya de por sí amplio reparto.

2. El porno ofrece la posibilidad de satisfacer todas las fantasías sexuales, las posibles, las existentes y las que están por inventarse.

3. Es importante que los dominios del porno sigan siendo prohibidos.

4.La pornografía depende del contexto. Si tuvieras un libro de mapas y de repente te encuentras con una foto de dos cuerpos, el choque es explosivo, la dopamina se va por los cielos; en cambio, si tienes un libro pornográfico, la primera imagen a lo mejor te sorprende, pero entre más pasas las hojas tu estímulo se va armonizando, haciendo cada vez menor.

5.Hay muchos dominios de lo trasgresor que deben ser trasgresores porque los requerimos, si se volvieran parte del dominio común ya no nos excitarían, ya no nos provocarían ningún estímulo.

6. En una sociedad que permitiera toda expresión sexual inmediatamente aparecería algo que sería lo trasgresor.

7. Están reviviendonuevos temores que antes estaban rebasadosporque (con internet) hay una secuencia de nuevas imágenes a las que se tiene acceso.

8. Si la gente que no se escandalizaba tanto con el porno, en una de esas llega a ver unas imágenes de sadomasoquismo se va alarmar, va a creer que son literales, que están provocando tormento y dolor real.

9. El selfie es una manifestación más de la egolatría que nos dan nuestros dispositivos electrónicos al darnos la oportunidad de ser protagonistas de una narrativa imaginaria.(Leer el textoLa venganza del porno digital)

10. Quien hace un selfie o un video porno está invirtiendo en una idea de sí mismo que piensa que no va a cambiar, pero puede que sí. ¿Qué tal si la imagen de la que estás muy orgulloso en algún momento se vuelve parte de una vergüenza?

11. La postpornografía recupera y analiza las imagenes que inicialmente son pornograficas pero que un artista reconstruye, transforma, reconfigura y crea con ella nuevos discursos.

12. Lo postpornográfico no tiene carácter masturbatorio, el objetivo es un discurso intelectual a partir de la imaginería pornográfica.

13. La validación de una imagen pornográfica debe tener el sello de ser consensuada.

14. En la actualidad las imágenes han dejado de ser inocentes, una vez que las subimos a internet se vuelven una bestia salvaje, y quién sabe qué va a pasar con ellas.

15.La pornografía tiene que ser lo que es. No creo en la pornografía como una herramienta de liberación ni de sometimiento,es un espejo de nuestras fantasías.