Sangre de mi sangre es una marca mexicana nos recuerda que el estilo no está peleado con nuestra responsabilidad como consumidores… ¡la joyería sí puede ser sustentable!

Ya lo hemos platicado antes, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo y cada vez hay más transparencia sobre los terrores del mundo del fast fashion. A pesar de eso, también hay obstáculos a los que nos enfrentamos cuando queremos comprar ropa más ética: la falta de inclusión en las tallas, la falta de tiempo o la inaccesibilidad espacial cuando se trata de comprar en tiendas que practiquen el comercio justo.

Joyería transparente

Cada vez hay más compañías de ropa que toman en cuenta las necesidades de la clientela y reaccionan ante ellas. ¿Pero qué sucede con la joyería? No lo discutimos lo suficiente, pero la industria joyera comparte muchas de las problemáticas de la industria textil. Dentro de estos elementos se encuentran la cadena de suministro y el consumo excesivo. Sin embargo, a este malabareo capitalista le agregamos otra cosa: la industria minera.

La cadena de consumo de la joyería va más o menos así: exploración, extracción, selección, cortado, pulido, creación de la pieza, certificación y venta. Sin embargo, debido a tanta intermediación entre la mina y el mercado, suelen existir procesos extraordinarios de embalaje y corrupción a los derechos humanos. Esto puede disminuirse al volver los procesos más transparentes y conseguir los materiales de los productores mismos. Esto es lo que busca Sangre de mi sangre, una marca de joyería mexicana.

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La historia de Sangre de mi sangre

Sangre de mi sangre aboga por el consumo responsable en la esfera de la joyería al utilizar metales recuperados y conseguir sus piedras de manera directa en el país de origen de cada gema. Así también, la compañía busca recuperar técnicas ancestrales de orfebrería que son menos tóxicas para el medio ambiente. Este proceso, aunque lentifica la producción, permite una mayor dedicación para cada pieza.

Mariana Villarrealfundó Sangre de mi sangre en 2005 mientras trabajaba las piezas a mano en su departamento. Mariana, quien llegó al diseño de joyería por curiosidad después de estudiar Filosofía y Letras, vuelve su amor por las historias en collares, aretes, pulseras; piezas hermosas con relatos propios.

Una joyería sustentable con clientes en todo el mundo

Hoy las joyas de Sangre de mi sangre se venden a nivel internacional y ahora, más de quince años después de los inicios de la marca, Mariana es también directora creativa y diseñadora depiezas que viajan por el mundo. Las joyas, muchas de ellas piezas únicas, son para ella una extensión de sí: “sangre de mi sangre”.

La historia de amor entre la literatura y la orfebrería que inició Mariana Villarreal se hace presente en su nueva colección, Alba. Aquí abundan los motivos de la naturaleza que tantas veces han aspirado a la diseñadora. Particularmente inspirada por el mito deuróboro, Mariana comenzó a diseñar la línea en medio de la nueva normalidad, manteniendo los límites de producción que caracterizan a la marca. Las víboras, las magnolias y las nubes se manifiestan en piezas delicadas de joyería con nombres griegos.

Mientras esta joyería sustentable continua creciendo como marca, el trabajo de Mariana Villarreal como creativa—que además comparte sus conocimientos como joyera en talleres— nos recuerda que otras manufacturas y otras formas de consumir son posibles.

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Aunque sabemos que las acciones individuales no cambian todo y que es responsabilidad de las grandes empresas y las naciones el regular las industrias, podemos tomar decisiones políticas de consumo. ¿Te animas a preguntarte de dónde viene tu joyería?