Desde la primera escena de Dante Gaspar, un hombre en aguas peligrosas se vislumbra un enigma. Al ritmo de percusiones y con una luz centelleante, un hombre en cuclillas tira agua de un lado a otro del escenario. “Mi nombre es Gaspar, Dante Gaspar, y soy cartero”. Tras cinco años de trabajo en la oficina de correos de su pequeña comunidad, este joven de 35 años se jubila. No obstante, ya tiene una nueva misión en mente: devolver a sus dueños todas aquellas cartas que por una u otra razón nunca llegaron a sus destinos.

El Colectivo de Teatro en Espiral, de Baja California, presenta Dante Gaspar, un hombre en aguas peligrosas, un memorable monólogo escrito y actuado por Goyo Carrillo, bajo la dirección de Michelle Guerra Adame, que nos lleva del misterio a la belleza de lo cotidiano; de persecuciones delirantes hasta aventuras fantásticas en el fin del mundo.

Misterios al fin del mundo sorprende por su narrativa

A través de este simpático cartero descubrimos a distintos personajes del puerto: Tito, el carnicero, con quien está peleado a muerte por ser vegetariano; una bella bibliotecaria argentina de quien está enamorado; el gordo Benny y su particular forma de hablar, así como un enigmático capitán del que parece no haber más pistas. Todos ellos encarnados por Goyo, quien logra, con gestos tan sencillos como ponerse una rosa en el cabello o girar su gorro, transformarse en otro con precisión camaleónica.

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La obra sorprende por su narrativa, la actoralidad y la perfecta conjunción entre los distintos elementos escénicos: escenografía —un entarimado de madera y espejo de agua—, la iluminación creativa y detallada de Lupillo Arreola y, sobre todo, el diseño sonoro y la musicalización por parte de Miguel Ángel Cuevas quien, con percusiones, timbales, platillos y vibráfono, se convierte en un personaje más de la obra creando, en composición, imágenes de gran potencia visual y sonora.

Dante Gaspar, un hombre en aguas peligrosas es una obra que pocas veces tenemos oportunidad de ver en la ciudad. Un giro de tuerca devastador y la poesía escénica hacen valioso cada instante de este monólogo. Vale la pena ir este fin de semana a sus últimas funciones y disfrutar el trabajo hecho por una compañía independiente y del interior de la República.

Dónde: Centro Cultural del Bosque, Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n

Cuándo: jueves y viernes, 20:00 horas; sábado, 19:00 horas y domingo, 18:00. Hasta el 5 de agosto

Cuánto: $150, acceso general. Boletos aquí.  

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