En poco más de cuatro años, NoFM ha llegado a convertirse en referencia en lo que a radio por internet se refiere. En sus distintos espacios –su parrilla alberga hoy más de 40 programas en vivo– se ha ejercido con soltura lo mismo el trabajo colectivo –ha colaborado en la estación casi una centena de personas– que la libertad de opinión, de expresión y creativa.

Pero no solo sus propuestas musicales, poéticas, informativas y críticas se basan en la colaboración. Su propia sobrevivencia necesita de la colaboración y la solidaridad. Cada cierto tiempo, efectúan eventos de recaudación de fondos para continuar con su funcionamiento, donde amigos con proyectos musicales se suman al cartel, como el que sucederá este sábado 15 de julio.

Para indagar en la historia de NoFM y en la manera en que ha vivido y sobrevivido esa plataforma, buscamos a Gabriela Astorga y Benjamín Morales, dos de sus artífices, para que nos respondieran algunas preguntas.

Más cercano al arte que a un medio de comunicación

NoFM nació en un año muy complicado para todos los mexicanos, en particular para los más jóvenes: 2012. Año electoral crítico, el inminente regreso del PRI a Los Pinos y la reacción llamada #YoSoy132.

A pesar de que no nació como una respuesta política, sin duda estos factores despertaron en nosotros la intuición y el apetito de dar respuesta ante los cuestionamientos que se les hacían a los medios tradicionales de comunicación.

De esta manera, NoFM se planteó como una posibilidad nueva para crear nuestro propio medio, uno que nosotros quisiéramos escuchar, que representara lo que nos interesaba e importaba.

Empezamos con 8 programas, tan diversos y peculiares como los locutores.

La intención inicial era plantear una plataforma con personas que quisiera hacerse escuchar, tanto en cabina como en las redes como en la calle. Recuperar una comunicación más primaria de tú a tú entre locutores y escuchas.

NoFM tenía que ser una mezcla absoluta, sin un género definido, sin roles definidos, con una línea editorial que se fuera construyendo día a día.

Un sitio donde Penderecki, The Who, Belafonte Sensacional y Los Askis pudieran escucharse uno detrás del otro. Más cercano al arte que a un medio de comunicación.

NO a la radio sin creatividad y sin riesgo

En ese año –y todavía hoy– no encontrábamos ningún medio en FM que nos interesara. Sin embargo, somos hijos de la FM y nos formamos escuchando esa frecuencia. El proyecto nacía en negación a todas las cosas que no tenían sentido para nosotros, ya no nos interesaba una radio sin creatividad, sin riesgo, sin postura frente a su contexto, más dedicada a replicar estereotipos que a tomarle el pulso a lo que pasaba fuera de la cabina.

Hemos sido siempre muy enfáticos sobre las posibilidades del NO. Lo entendemos como la palabra que realmente define a las cosas y a las personas. NO ser algo, NO pensar eso, NO querer cierto camino abre múltiples posibilidades, genera discusión, choque y eso siempre muestra otros caminos.

Decir NoFM se volvió una forma de afirmar todo lo que no queríamos en nuestras bocinas y cabezas, para enfrentarnos a las múltiples opciones que presenta el diálogo.

Caótico como la vida

Actualmente contamos con más de 40 programas en vivo. Se mantiene la postura inicial de no alterar los contenidos propuestos por los participantes, sino nutrirlos y enriquecerlos.

Por lo mismo no tenemos un tono ni un tema, sino muchísimos diversos, algunos muy compatibles, otros completamente contrapuestos. Con nuestra programación pretendemos decir que el micrófono no es una palestra de poder, sino un arma de dos filos que te coloca en riesgo, pero también construye alianzas y comunidad. Buscamos reflejar nuestra vida, no ajustarla a una sola idea: nuestra vida, como la de todos, es muy caótica.

Escuchar música y entrar a las cabezas

Tiene un mar de ventajas, y también muchos puntos flacos. Las ventajas son claras: somos dueños de lo que decimos, demandamos sólo honestidad de parte de todos los colaboradores, la libertad que se vive en la radio por internet es otra por completo, tanto en los tiempos como en los formatos.

Nosotros decimos que hacemos #RadioLIBRE, y claro que tiene un montón de otras responsabilidades que hemos ido aprendiendo y asumiendo, quizá la más importante de ellas es la congruencia, la convivencia y el respeto entre las propuestas tan diversas que conviven en la estación.

Lograr un equilibrio en este punto es lo que ayuda a paliar otras desventajas que presenta sólo estar disponible en Internet, y lo que nos distingue de otros proyectos meramente musicales.

NoFM no sólo se trata de escuchar tu música, sino de escuchar lo que suena en la cabeza de todos.

Dificultades y retos

Las dificultades también son muchísimas. Desde el espacio acondicionado para poder transmitir dignamente hasta los detalles del día a día, hemos hasta tenido que lidiar con inundaciones o plagas. Otro muy claro problema con el que nos enfrentamos fue justamente alimentar y fortalecer la idea que teníamos sobre hacer las cosas en vivo desde la cabina y negarnos a hacer podcast.

Las dificultades son proporcionales al tamaño del proyecto: tener más de cien colaboradores genera problemas que van desde lo doméstico, como tener un espacio céntrico en esta ciudad con la capacidad de recibirlos; lo técnico al mantener en buenas condiciones el equipo con el que se trabaja; mantener una logística que equilibre la frescura con la disciplina que garantice la continuidad de los proyectos; e incluso algunos escarceos con la industria musical.

Profesionalizar para capitalizar

Desde el inicio quisimos hacer bien las cosas, que se entendiera que hacer radio digital o #RadioLIBRE no era tener una miniplataforma y transmitir desde el baño de la casa de tus papás. Hemos apuntado a un grado de profesionalización importante de las instalaciones. Eso involucra dinero y compromiso. Tal vez las grandes necesidades para un proyecto como éste sean la parte económica y el compromiso de sus integrantes.

Con respecto al compromiso no hemos tenido más que apoyo y dedicación de los miembros de NoFM. La parte económica es otra cosa. Es muy difícil resolver el trabajo con patrocinadores, pues no permitimos que nadie interfiera con nuestra línea editorial ni con los programas. Sin embargo, algunas cosas se han ido resolviendo y las marcas están entendiendo que en Internet, ser un medio con postura y personalidad, es también atractivo y redituable.

Todo, menos miedo, el lema de NoFM

El futuro de NoFM se va pintado día a día. No tenemos prisa de llegar antes de tiempo a ningún lugar. Podemos transmitir los próximos 100 años o reinventarnos mañana mismo. Elegir el lema “Todo menos miedo” fue determinante, pues nos exige no sólo imaginar un futuro sino cuestionarlo y trastocarlo constantemente.

En el búnker de NoFM cada día surgen proyectos, con la emisora o entre sus integrantes, que van desde lo editorial, lo musical, el video, la gastronomía, la gestión cultural y un largo etcétera.

No podríamos hablar del futuro de la estación, sino de los múltiples caminos que iremos forjando. Como dijimos, más cercano al arte que a un medio de comunicación.