Con Oaxaca a más de 400 kilómetros de distancia, siempre estamos en la búsqueda de lugares que satisfagan nuestro antojo por sus sabores. Pasillo de Humo, situado dentro del nuevo mercado gourmet, El Parián, posee platos auténticos y recetas que han trascendido generaciones.

El local toma su nombre del apartado de carnes asadas que viven en los mercados de la capital oaxaqueña. Alam Méndez (quien renunció a La Hija de Sánchez por este proyecto) es el encargado de trasladar los platillos que aprendió de su madre, la cocinera tradicional Celia Florián, del afamado restaurante del Centro Histórico, Las Quince Letras.

Para empezar bien, pide una tlayuda con chorizo y chapulines (los bichos son pequeños así que no hay nada de qué asustarse). Pero si buscas probar algo único, híncale el diente al chile de agua relleno de salpicón de cerdo en vinagreta. Sería un error saltarse los moles; Alam prepara un huaximole increíble (elaborado a base de semillas de guaje) con pulpo frito que terminarás cuchareando con sus delicadas tortillas nixtamalizadas en casa. La pancetta es gloriosa, cocida durante ocho horas para luego ser sellada a la sartén; el calor de tu boca disuelve lentamente la grasa y la carne se desprende por sí sola.

Su servicio es impecable, y la presentación en el plato, un deleite para el ojo; además, la informalidad del entorno invita a revisitar el lugar cualquier día de la semana (los desayunos también son una chulada). De lo único que me podría quejar es de la música, no soy fan de comer con Luis Miguel o Alejandro Fernández de fondo, y de que, en efecto, saldrás oliendo a humo.