Dicen que no hay pizza mala y coincidimos. Delgadas, gordas, retacadas de queso o con ingredientes ordinarios. Así son algunas de las rebanadas que consideramos menos valoradas de la Ciudad de México y que recomendamos darles una visitada (o revisitada). 

Costco

Tú qué sabes del amor si no hay probado la pizza de queso de la fuente de sodas del Costco. La masa es esponjosita, el queso (además de rico) recibe el dorado perfecto y la porción es perfecta. Además de esto, su precio es insuperable. Si quieres probar algo nuevo, ponle chiles en vinagre (de esos que dan para los hochos) #pum.

Happy’s Pizza

Happy’s lleva décadas horneando pizzas tan delgadas que uno podría simplemente enrollarla y comerla como burrito. Lo cierto es que su sabor es muy particular. Esto gracias a su horno que le impregna ese toque ahumado y una textura que se queda en las manos. La de atún es de las más ricas, pero no dejes pasar “la bien vestida”, lleva todos los ingredientes de su barra menos mariscos.

Julius

Este lugar tiene más años de los que podemos recordar, así como la memorabilia de Coca Cola más curiosa. El lugar parece detenido en el tiempo, pero por eso nos gusta. Un mantel a cuadros recibe la vieja charola donde se horneó la pizza y su orilla quemadita da fe de ello. Dos ganadoras son la de peperoni y la de camarones. Si te gustan las emociones fuertes, en la mesa encontrarás salsa de habanero.

Le Pizzaiolo

Tal vez no le encuentres lógica a que un francés haga pizzas, pero a la primera mordida todo cobra sentido (y a que también lo atiende un italiano). Instalado en la Condesa, este lugar ofrece hasta 60 variedades de pizza, así que nunca te aburrirás del menú. Y para ayudar a la bonita economía de los que viven o trabajan cerca, tienen paquetes con agua, sopa o ensalada.

La Chirindongería

Muy cerca del metro Juárez habita un espacio perfecto para ver pasar la tarde mientras te echas una pizza (y su respectiva chela). Aquí elaboran su propia masa y aunque en su menú encuentras pocas opciones, están muy bien escogidas. La de berenjena con queso de cabra, y la de jamón serrano son el dueto obligado.