Corundas, charales, churipo y carnitas, el denominador en común de todos esos platos (además de que inician con c) es que son michoacanos. Desde 2010, la gastronomía mexicana es patrimonio cultural inmaterial de la humanidad y gran parte de haber obtenido el título se debe a la cocina de esa zona. Estos son tres lugares donde puedes darle una probadita a la comida de Michoacán:

Seneri

Si alguna vez fuiste a Yuban o viste Top Chef, seguramente te suena el nombre de Fernando Martínez Zavala. Oriundo de Michoacán, él es el chef al mando de Seneri. Un restaurante que ofrece sabores auténticos de la tierra que lo vio nacer. Aquí encuentras desde las típicas (y deliciosas) corundas, charales con verdolagas, cachete de cerdo en una salsa tradicional llamada xanducata o una exquisita trucha al carbón. Pero no esperes preparaciones sencillas, el talento de Fernando logra platos que seducen a la vista y luego al paladar.

El rincón de Peribán

No hay cosa más michoacana que las carnitas. Y justo esa preparación de cerdo es el corazón de este lugar chilango. Además de los típicos tacos de carnitas, cuerito o achicalada, su menú incluye chamorro, gorditas y una de sus especialidades, el chile relleno con… ¡adivinaste! carnitas. La familia Baldovinos lleva más de tres décadas replicando los sabores de su querido Peribán de Ramos en plena Ciudad de México. El lugar ha sido tan exitoso que por el momento cuentan con cuatro sucursales repartidas por la ciudad.

El Cardenal

El eje principal de este restaurante es la comida mexicana, pero ya que sus dueños son originarios de Michoacán, la influencia culinaria es inevitable. Como ejemplo, el aporreado con huevo. Si lo ordenas, llegará a tu mesa una humeante cazuela de barro con una mezcla de carne de res, huevo y salsa roja. Otro plato ganador son las típicas enchiladas michoacanas, van bañadas en salsa de chile guajillo y coronadas con papa, zanahoria, crema y queso.