La primera vez que alguien probó el ramen fue en 1665. El académico confuciano chino Zhu Zhiyu creó el plato y el suertudo en comerlo fue Tokugawa Mitsukuni. Ese primer ramen se elaboró con fideo hecho con harina de trigo y lotus, fondo de pollo, verduras y láminas de puerco.

Originalmente tenía otro nombre

Japón adoptó el ramen en el barrio chino de Yokohama. Los restaurantes de comida china servían fideos –a los que llamaban shirusoba o chukasoba– elaborados mediante fondo de ave sazonado con sal y salsa de soya, carne de cerdo en tiras (chāshū), brotes de bambú (menma) y huevo cocido cortado por la mitad, entre otros ingredientes.

(Diana Féito)

Nadie conoce el origen de la palabra ramen

Hay un gran debate sobre el origen de la palabra ramen. Se cree que puede provenir de la pronunciación china de las siguientes palabras: “la mian”, que significa “estirar fideos”; “laomian”, “fideos viejos”; “lǔmiàn”, fideos cocinados en una salsa espesa con almidón; y “lāomiàn”, que significa “desenterrar” y se refiere al método de cocinar estos fideos, que consiste en sumergirlos en agua hirviendo con una cesta de alambre. Todas se pronunciarían como “la mian”.

(Diana Féito)

El ramen se popularizó después de la Segunda Guerra Mundial

La escasez de alimentos que vino tras la guerra hizo que el ramen fuera un plato muy popular por ser rico y accesible al servirse en puestos de calle. Durante esa época, Momofuku Ando creó el ramen instantáneo para satisfacer la demanda y revolucionó el mundo de las sopas. Si te suena el nombre de ese genio es porque el chef David Chang bautizó su local de ramen en Nueva York en su honor.

Hay cuatro tipos básicos de ramen

Torigara: fondo de ave con verduras. Es la versión original del ramen, su sabor es sutil.

Tonkotsu: fondo hecho con huesos de puerco, muy espeso debido a la emulsión de la grasa.

Gyukotsu: fondo hecho con huesos de res, su sabor es similar al de puerco.

Dashi: fondo tradicional en gastronomía japonesa. Se utiliza básicamente katsuobushi (hojuelas de pescado) y kombu (alga). Está completamente clarificado y tiene una nota ahumada proveniente del pescado.

(Diana Féito)

No hay una receta “correcta” para hacer ramen

A pesar de que el primer ramen llevaba ave en su base y cerdo como proteína, hoy las combinaciones son tan variadas como sus ingredientes: puede llevar fideo grueso, delgado o con algún sabor añadido, y los topping se agregan de acuerdo al antojo. Entre los más comunes están: huevos cocidos, menma o shinachiku (brote de bambú fermentado y cocido), nori, wakame (alga), chashū (rebanadas de cerdo ), chiles, negi (cebollín), naruto (pasta de pescado), kimuchi y verduras hervidas.

Los japoneses comen más ramen que sushi

Aunque parezca que el sushi es la comida más popular de japón, el ramen ganó terreno desde 2013, año en que existían 35,330 tiendas de ramen en japón contra 32,340 de sushi. En nuestra ciudad cada vez más restaurantes suman este platillo a su oferta gastronómica y algunos lugares donde recomendamos probarlo son Yamasan, Kura, Rokai y Zoku.

(Foto: Diana Féito)

Debes de terminar el ramen en menos de 10 minutos

Los fideos están hechos de harina, sal, agua y kanzui, un tipo de agua alcalina que ayuda a formar el gluten y que el fideo sea elástico, así que si tardas demasiado tiempo en comerlos, los fideos absorberán el caldo y perderán su forma.

El ramen se debe de sorber

Si algo nos ha enseñado el anime (llámese Dragon Ball, Naruto o Ponyo) es que el ramen se sorbe. Y aunque parezca sencillo, requiere práctica. Hay que tomar cuatro o cinco fideos con los palillos y sorberlos sin cerrar por completo la boca. Es importante dejar un espacio para que entre el aire y con él, el caldo. La forma más fácil es acercarse el plato a la boca y sorber los fideos, así no salpica tanto.

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Agradece al principio y al final de tu comida

Es común que los japoneses antes de iniciar la comida digan “¡Itadakimasu!” (la última ‘u’ no se pronuncia), lo que representa la gratitud hacia las personas involucradas en la preparación de tu comida y los ingredientes. Y al final, si te gusta el plato, no dudes en decirle al chef “¡gochisousama!” (“gracias por la comida”, alarga un poco el sonido de la o de enmedio y no pronuncies la ‘u’).

* Agradecemos al restaurante Yamasan por la información para esta nota