Las excavaciones en el Templo Mayor, en el Centro Histórico, no dejan de sorprendernos. Esta vez, dos arqueólogos a cargo de seguir la búsqueda de vestigios encontraron el fósil de una estrella de mar.

El arqueólogo Leonardo López Lujan informó del descubrimiento de una nidorellia armata.

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“La estrella de mar más completa y mejor articulada que jamás hayamos visto en nuestras excavaciones en el Templo Mayor. La descubren Miguel Báez y Tomás Cruz (PTM)”, dijo el director de la excavación.

También mostró cómo se ve esta especie viva, conocida en inglés como “choco chip” porque tiene un color amarillo con puntos negros.

¿Pero y cómo llegó la estrellita al centro de la CDMX? Según el arqueólogo “los mexicas las importaron desde costas que se encontraban a más de 300 km de distancia de la antigua Tenochtitlán”.

Las ofrendas mexicas son ricas en restos de fauna de lugares cercanos, como patos, los conejos, las ranas, los venados, las tortugas, los armadillos, las codornices, los peces y los moluscos de agua dulce, señala el arqueólogo López Luján en el estudio Del océano al altiplano. Las estrellas marinas del Templo Mayor de Tenochtitlán.

Pero también se han encontrado restos de fauna que estaba a cientos de kilómetros de distancia como tiburones, peces, cangrejos, conchas, caracoles y corales.

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