Mucho antes de llegar a Tenochtitlán, los aztecas vivieron en la isla de Mexcaltitán, actualmente considerada como pueblo mágico.

Todo mexicano que se respeta sabe que los aztecas se establecieron en el actual territorio de la Ciudad de México luego de peregrinar durante dos siglos buscando una tierra prometida que identificaron al ver a un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente. También se sabe que el lugar de donde migraron los aztecas era conocido como Aztlán.

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Pero la pregunta que ha obsesionado a historiadores, antropólogos, lingüistas y filósofos es: ¿en dónde estaba Aztlán? Y la respuesta más aceptada es: en Mexcaltitán.

Mexcaltitán
Foto: Instagram @mexcaltitan_nayarit

La cuna de la mexicanidad

El mismo Gobierno de México reconoce oficialmente a Mexcaltitán como “la cuna de la mexicanidad”. O al menos así promueve a este destino turístico.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo, el mote se debe a “la relación histórica que este lugar tiene con el legendario Aztlán, sitio de donde partiera la peregrinación náhuatl, que luego culminaría con la fundación de la gran Tenochtitlan, hoy Ciudad de México”.

Antes de esa peregreinación, esos pueblos que salieron de Aztlán eran tributarios de los aztlanecos, señores de la tierra en un lugar ubicado en la periferia de Mesoamérica, explica el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas:

“Cuando no soportaron ya más las cargas tributarias que los otros les imponían, decidieron abandonar Aztlán e ir en busca de otra tierra que, según los aztecas mismos, les había sido prometida”.

Fue entre los siglos XII y XIV cuando los aztecas vivieron peregrinando hasta finalmente fundar Tenochtitlán.

Respecto al antiguo hogar de los aztecas, no existe consenso sobre el lugar exacto en que se ubicaba. Pero la versión más aceptada es que se encontraba en la isla de Mexcaltitán, que pertenece al municipio Santiago Ixcuintla, en Nayarit.

En su artículo Mexcaltitán-Aztlán, Un Nuevo mito, el antropólogo Jesús Jáuregui explica que Alfredo Chavero fue el primer autor en asociar a la isla con el punto de partida de los Aztecas. Para ello, se basó en argumentos léxicos, topológicos y arqueológicos.

Mexcaltitán significa “casa de los mexicanos”. Además, allí se encontraron vestigios prehispánicos de centros ceremoniales, entre los que se encuentra un Águila Garza. Y finalmente, es una isla cuyas calles suelen inundarse en época de lluvias, por lo que solo se pueden transitar en canoas tal como ocurría en la antigua Tenochtltán, en el corazón del lago de Texcoco.

Mexcaltitán inundado
Calles de Mexcaltitán cubiertas por el agua. / Foto: Instagram @mexcaltitan_nayarit

Mexcaltitán, la “venecia mexicana”

Por si el valor histórico que se le atribuye a este lugar no fuera suficiente para visitarlo, Mexcaltitán también es un pueblo mágico con grandes atractivos naturales y culturales.

Se trata de una pequeñísima isla de tan solo 400 metros de diámetro. En temporada de lluvias, el nivel del agua sube y las calles quedan cubiertas, convirtiéndose en canales. Por ello, se le conoce también como “la Venecia mexicana”. Además, por esa misma razón, aquí no hay automóviles. La movilidad solo es a pie o en canoa.

Mexcaltitán cubierta por agua
Mexcaltitán cubierta por agua / Foto: Instagram @mexcaltitan_nayarit

La isla también se embellece por la arquitectura local, con viviendas coloridas coronadas por techos de tejas. Y en cuanto a la gastronomía, aquí se comen mariscos frescos, ya que se trata de un pueblo pesquero. El menú tanto en las casas como en los restaurantes se compone principalmente de la pesca del día.

Foto: Instagram @mexcaltitan_nayarit

Si quieres visitar Mexcaltitán, debes viajar al municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit, y desde ahí tomar una embarcación que tarda alrededor de 15 minutos en llegar a la isla.

El hecho de que Mexcaltitán sea la cuna de la civilización azteca es controvertido por expertos. Algunos argumentan que Aztán era más bien un cerro. Otros piensan que tanto la peregrinación como la fundación de Tenochtitlán son un mito con escaso valor histórico.

Lo cierto es que si viajas a esta isla tendrás la oportunidad de conocer de cerca uno de los mitos fundadores de la identidad mexicana, y de paso disfrutar de una espectacular isla considerada pueblo mágico.

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