La banda chilanga lo sabe: ningún concierto, fiesta o pachanga con lxs amigxs supera el compromiso de celebrar el cumpleaños de nuestra jefecita chula. Mamá, Mami, Jechu, Machi, Momita, Jefecita, Jefa… como cada quien le diga a la mera mera. La neta: La jefa es la jefa y de eso no hay duda.

Históricamente nos han contado el cuento rosa de la maternidad, la experiencia dulce, positiva, mágica, que —sin duda— para muchas ha sido así. Sin embargo, la maternidad tiene una parte de la que poco se habla, que es igual de positiva y tiene que ver con la lucha, con la protección, con la posibilidad de resolver y organizar todo desde el ingenio, lejos de la cursilería y más cercana al reposo del amor en lo cotidiano.

Por eso la jefa es la jefa y nos regocijamos en su apapacho infinito y reconocemos que sin ella, simplemente, nada sería igual. Por eso, en esta edición de Chilango buscamos diversas maternidades que brillan por su presencia y que desde su día a día contienen y sostienen a sus hijxs. Y también reconocemos la importancia de cuidar de nuestra mamá, de acompañarla y sostenerla emocionalmente.

Muchas veces como hijxs no apreciamos el trabajo que implica ser madre, así que desde la empatía y el respeto aceptamos que la mamá es un ser humano que comete errores, que se cansa y llora, que canta, baila y que también es feliz individualmente. Por eso, con este número especial sobre maternidades, enviamos un abrazo inmenso y todo nuestro agradecimiento a las jefas chilangas.

Y como cada mes, nuestra agenda para disfrutar la ciudad incluye, conciertos, pelis, series, arte y diversas actividades para todas las edades.

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