Dos horas después del simulacro que conmemoraba 32 años del terremoto de 1985 la Ciudad de México se cimbró de nuevo. Un sismo de 7.1 grados con epicentro en Morelos sacudió inesperadamente a la capital y a otros estados de la república mexicana provocando grandes daños y perdidas humanas.

Al parecer la pesadilla del 85 volvía a repetirse: edificios derribados, gente atrapada entre los escombros, personas desaparecidas,  ambulancias y patrullas por doquier, confusión y miedo. Sin embargo, esta vez se vivió diferente, pues la tecnología jugó un papel fundamental durante esta nueva tragedia.

Foto: Cuartoscuro

Las líneas telefónicas colapsaron a los pocos segundos del sismo pero Internet sobrevivió. En cuestión de minutos la gente comenzó a compartir imágenes a través de plataformas como Twitter donde se apreciaban algunos edificios tirados y las zonas más afectadas.

Por otra parte (y ante la falta de señal) las personas utilizaron aplicaciones como Whatsapp para comunicarse con sus familiares y saber si estaban bien. Toda la información fluyó mucho más rápido y terminó por cambiar, y sobretodo salvar, muchas vidas.

Según se publicó en Animal Político algunas horas después del sismo los padres de Fátima Navarro recibieron un mensaje vía Whatsapp donde ella afirmaba que estaba bien y solicitaba ayuda, pues había quedado atrapada junto con otras personas entre los escombros de la escuela Enrique Rébsamen. Fue rescatada poco tiempo después.

Foto: Cuartoscuro

El mismo medio detalló que Diana corrió con la misma suerte sólo que ella se encontraba en el edificio con el número 286 de la calle Álvaro Obregón en la colonia Roma. A las 6 de la mañana del miércoles 20 de septiembre, casi 17 horas después del sismo, Diana envió un mensaje a su esposo donde le compartió su ubicación. Media hora más tarde los rescatistas la sacaron con vida.

El mismo miércoles Notimex dio a conocer el caso de Rubí Cervantes, quien también se comunicó por esta plataforma y no sólo anunció que estaba viva, sino que afirmó que había otras 12 personas que también esperaban ser rescatadas. Sin embargo, todavía no hay noticias de que ella haya sido sacada de los escombros.

Por otra parte las redes sociales también tuvieron una efecto importante, pues fuera de que algunos usuarios publicaron información falsa, sirvieron para la organización y localización de centros de acopio, albergues y personas desaparecidas; dando así un ejemplo que este tipo de tecnología hace gran diferencia cuando se emplea correctamente.