Quizá desde que vimos a Hannah Baker cortarse las venas en el final de 13 Reasons Why pensamos que no sería relevante el futuro de nuevas entregas. Para su tercera temporada de 13 Reasons Why, los guionistas, logran contar historias nuevas (en teoría) y revisar algunos cabos sueltos del pasado.

Clay Jensen ha crecido emocionalmente, a la par de sus amigos, aunque digamos, no es tan evidente en cada uno de los nuevos 13 episodios. El pasado ha dejado secuelas en cada uno de los alumnos en Liberty, Jensen continua en la cabeza de las nuevas historias.

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Sussie, la nueva en el grupo, llega a casa de Bryce Walker por azares del destino, es así como logra integrarse a Liberty para entrar a las vidas de Jessica, Alex, Justin, Tony, Clay, Tyler, Sack y Monty. La trama aborda, en principio, las secuelas que Bryce Walker dejó en la vida de los adolescentes que arruinó hasta que su homicidio sacude al grupo (de nueva cuenta).

¿Vale la pena ver la tercera temporada de 13 Reasons Why?

En la tercera temporada de 13 Reasons Why aunque la premisa del misterio y los giros inesperados ya no sorprende; hay elementos que sin lugar a duda llaman la atención; la búsqueda incansable de Bryce hacía la redención; la actitud de sobreviviente de Jessica; el subtema de la deportación y odio racial con la familia de Tony; el abuso sexual en hombres con Tyler; la ansiedad y depresión traumática de Clay.

Aunque esta temporada continúa el paso marcado por sus predecesoras los temas delicados que aborda la trama —bullying, tiroteos masivos y violación— ya no son tomados a la ligera para dar paso a la psique y personalidad de cada personaje, en un aura de misterio y crimen propio de series para un público más adulto.

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Los personajes ya no se sienten desconectados del grupo, o dependen de una cinta, para contar su historia. Cada uno adquiere su propio ritmo y cuenta con personalidad lo que nutre la develación final. Los últimos tres episodios definitivamente dejan la puerta abierta para una cuarta entrega y nos dicen que más allá de las aulas: hay esperanza.

Nuestra recomendación es verla en una tarde de lluvia, maratón en casa con tu crush, o si eres muy fan de dramas juveniles estilo Pretty Little Lies, Skins en incluso la laureada Euphoria, al final del día en la pubertad todo adolece y parece no mejorar en la juventud.